Sobre personas y organizaciones

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Arquitectos de Conversaciones: la reconstrucción de RR.HH

En la era del conocimiento la competitividad de una organización en el mercado residirá en su capacidad para promover la inteligencia colectiva.

La clave del éxito de una empresa residirá en la conexión del Talento y el Conocimiento.

La supervivencia de las organizaciones dependerá de su capacidad para promover y fomentar la libre circulación de ideas.

La Tecnología social será la principal palanca de cambio y transformación organizativa…

El Liderazgo transformador será un diseñador de organizaciones abiertas.

Se trata efectivamente de cinco afirmaciones que describen una nueva forma de hacer gestión y que evidentemente implican un cambio de paradigma.

work-in-progress1 (1)No se trata de hacer demagogia barata. El marco organizativo en el que nos encontramos es cada vez más exigente, permite menos licencias y representa una cada vez más afilada espada de Damocles para aquellas organizaciones reactivas al cambio. La transformación y evolución organizativa deben convertirse en prioridades estratégicas, de lo contrario, los caprichosos vaivenes de un mercado impredecible, hiper-competitivo y cada vez más dinámico pondrán en evidencia y en serios problemas a aquellas empresas que ralenticen su evolución. En resumen, no estamos, ni estaremos precisamente ante un caldo de cultivo adecuado para empresas reactivas a la transformación.

Construyendo la Transformación…

La incertidumbre, la volatilidad y la glocalización han demolido la estabilidad del mercado. Las organizaciones deben reconstruir sus hasta ahora robustos pilares, ahora sin embargo frágiles para soportar el peso de los cambios tecnológicos y socio-empresariales. El Liderazgo debe asumir un rol de diseñador de organizaciones ágiles, flexibles y dinámicas. Por lo tanto, Inteligencia Colectiva, Conocimiento y Talento conectado, Libre Circulación de ideas y Tecnología Social serán materiales clave en la construcción de un modelo que, no lo olvidemos, permitirá a estas empresas no solo sobrevivir en el mercado sino adquirir una clara ventaja competitiva al desarrollarse como organizaciones abiertas y conectadas… al conocimiento.

Pero la transformación organizativa pasa inevitablemente por la transformación de los comportamientos de sus profesionales. Las personas, sus interacciones… en definitiva, sus conversaciones y diálogos adquirirán un papel determinante en la evolución de este modelo. Las conversaciones y las ideas que emanen de estas, serán la quinta esencia de la construcción del nuevo paradigma de gestión. Las conversaciones son la materia prima esencial de la transformación.

Teniendo en cuenta lo anterior, la lógica aplastante debería dirigir nuestra mirada hacia la función de RR.HH. quien se enfrenta a uno de sus principales retos históricamente: Liderar su propia transformación para acompañar y dinamizar la necesaria evolución organizativa.

5816765320_ffe4d28c70Arquitectura de Conversaciones: Una nueva funcionalidad de RRHH para la generación de valor genuino.

En un entorno en plena construcción, la función de RR.HH. contribuirá a la transformación en tanto en cuanto adquiera nuevas funcionalidades, en la medida en que se convierta en un Arquitecto de conversaciones.

¿Pero, en que consiste esta nueva funcionalidad de RR.HH clave para la propia evolución de la función y a su vez para la transformación organizativa?  ¿De qué manera contribuirá a la generación de valor genuino para el negocio? Se trata de una funcionalidad emergente, reclamada por las nuevas condiciones del mercado y por el progresivo avance de la tecnología social como vehículo de cambio al servicio de la función de RRHH; Un rol en fase de definición pero que es conveniente ir perfilando. Estos serán algunos de sus rasgos de identidad y principales cometidos:

Construirá los espacios organizativos necesarios para que las conversaciones sucedan de forma dinámica y eficaz, lo que implicará flexibilizar y relajar espacios y procesos estancos que ejerzan de muro de contención al desarrollo de conversaciones fluidas.

Impulsará el modelo de liderazgo transformador como mecanismo que liberaliza la auto-asignación de responsabilidades, y que permite por lo tanto multiplicar exponencialmente el tráfico de conversaciones.

Participará en el diseño de Comunidades: las nuevas células organizativas emergentes tras la incorporación de la filosofía 2.0 en forma de redes sociales corporativas internas que representarán el hábitat natural de un arquitecto de conversaciones.

Será un provocador de conocimiento. Un arquitecto de conversaciones tiene presente el propósito de la conversación, no estamos ante un moderador de tertulias de sobremesa, sino ante un dinamizador de conversaciones que se producen por y para la generación de valor en el seno de Comunidades.

Dinamizará y fomentará la participación y el diálogo entre todos los stakeholders con capacidad para generar conocimiento a través de las conversaciones que tengan lugar dentro o fuera de las comunidades.

Diseñará los procesos organizativos necesarios para asegurar que las ideas que emanen de las conversaciones viajen de forma rápida y se traduzcan en nuevos productos y servicios.

Analizará los indicadores asociados a la actividad conversadora: temáticas, frecuencia de interacción, recurrencia, grado de penetración y acogida de contenidos que le permitirán construir la arquitectura de conversaciones más adecuada para el negocio.

Se encargará de fomentar la filosofía wiki (agilidad, informalidad, autenticidad, integridad, añadir valor genuino) entre los profesionales que formen parte activamente de las conversaciones en la empresa.

Será un conector de Talento-Personas, Conocimiento y Objetivos de Negocio a través del lanzamiento, monitorización y seguimiento de conversaciones y diálogos.

2945445895_d30f74220cLa función de RR.HH tiene ante sí la posibilidad, o más bien necesidad, de adaptar su funcionalidad a una realidad organizativa que progresivamente va reclamando una forma de aportar valor diferente. Sería un error de principiante quedarse en la superficialidad de un término que destila posmodernidad y que suena atractivo.

En un entorno empresarial en el que la generación de conocimiento es uno de los factores más determinantes para la supervivencia y la diferenciación en el mercado, no deberíamos banalizar la arquitectura de conversaciones, sino otorgarle un peso específico considerable ya que la generación, difusión y conexión del conocimiento e ideas extraído de conversaciones  supondrá una de las claves del éxito de la empresa del S.XXI

 

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4 claves para la InnovACCIÓN en Capital Humano

Parece que progresivamente en muchas organizaciones va calando la idea de la necesidad de innovar. Lo cierto es que tengo la duda de si la permeabilización paulatina de la idea de la innovación viene dada por la también necesidad de no quedar relegado en la moda innovadora a la que se van sumando los correspondientes competidores de cada organización o si realmente se produce por una convicción empresarial provocada en la mayoría de los casos por una también progresiva y alarmante pérdida de cuota de mercado.

Sea como fuere el nuevo bálsamo de fierabrás se llama innovación. Toda organización que se precie debe incluir en su declaración de misión, visión o esquema de valores este concepto… se trata de incorporarlo en el ADN de la cultura organizativa, seamos francos, en demasiadas ocasiones con calzador y sin demasiada convicción.

En gestión de personas, cada vez más departamentos de RRHH comienzan a plantearse la innovación en sus procesos de gestión. La onda expansiva del trending topic que supone la innovación también les ha alcanzado. El recurso más sencillo es dirigir la mirada casi exclusivamente a la fashion week en la que se ha convertido la Web social en los últimos años. De esta forma, se va instaurando la creencia de que (sobre todo a partir de cierto tamaño organizativo), innovar en materia de RR.HH implica fundamentalmente: desarrollar la marca como empleador (Employer Branding)  y  reclutar en versión 2.0 a través de la web social externa mientras internamente innovar es implantar redes sociales corporativas internas fomentando la participación de los profesionales de la empresa a través de estas plataformas.

No se trata de cuestionar los avances realizados en aquellas organizaciones que, aunque sea por no perder el tren de la moda, están dando los primeros pasos en la incorporación de la tecnología a sus procesos de gestión de RR.HH. Sin embargo, creo conveniente puntualizar que en materia de RR.HH. la innovación va mucho más allá de los términos Employer Branding, Reclutamiento 2.0 ó RSC (Red Social Corporativa), en gestión de Capital Humano la innovación es InnovACCIÓN

Pero esta idea no es tan solo un juego de palabras. El matiz esconde lo trascendental que supone no tratar la innovación en materia de personas como una cuestión baladí. Al contrario, si tenemos en cuenta el valor de las inversiones realizadas en muchas organizaciones, los recursos destinados y el tiempo empleado o aún por emplear, la idea de la innovación en RRHH se convierte en una cuestión esencial sobre la que conviene reflexionar ya que hay elementos y factores a considerar que, a priori, poco o nada tienen que ver con innovar en RR.HH.

Es momento de reflexionar sobre porque en Capital Humano la Innovación es InnovACCIÓN… ¿A qué acciones nos referimos?

Las 4 claves para la InnovACCIÓN

Liderazgo distribuido

Sin duda un factor crítico y determinante. En la organización del S.XXI la innovACCIÓN en gestión de personas implica necesariamente emponderar a los profesionales de la empresa. De nada sirve la tecnología si el poder de accionarla sigue estando alojado en la cúspide de la estructura. Es preciso que Comités ejecutivos y de Dirección reflexionen sobre su disposición para llevar a cabo dicha democratización de la acción. Ellos son el primer eslabón de la cadena innovadora. La capacidad de acción debe ser transferida progresivamente, sin límites, sin excusas, y también sin miedos ni reparos.

Conversaciones líquidas

Las conversaciones son el pilar de la innovACCIÓN en gestión de personas. Las Organizaciones son, en esencia, conjuntos de conversaciones, solo que, en la mayoría de ocasiones estas se producen en el marco de la formalidad en el marco de los tradicionales procesos de gestión de RR.HH. La innovACCIÓN en gestión de personas pasa por la fluidez de las conversaciones a todos los niveles. En la empresa del S.XXI innovar en capital humano implica minimizar la densidad de las conversaciones, permitir que estas fluyan y se filtren por todos los rincones formal e informalmente aprovechando la palanca que supone la tecnología.

Simplificación

Lo bueno si sencillo… dos veces bueno. Los departamentos de RR.HH. han tendido a complejizar en exceso muchos de sus procesos de gestión. Una de las claves de la innovACCIÓN en capital humano es la simplificación de los propios procesos de gestión en RR.HH. Urge la revisión-simplificación de los procesos de evaluación del desempeño, gestión de carreras, identificación del talento, y en general de cualquier proceso que esté siendo cuestionado por la organización. Innovar no es sinónimo de complejizar, al contrario, existe una relación directamente proporcional entre la innovACCIÓN y la simplificación de los procesos de gestión de Capital Humano. Ya lo apuntaba Santi Garcia en esta reflexión de muy recomendable lectura: Por una gestión de RR.HH. minimalista

Creación de entornos de Confianza

Quizás el compendio de las tres acciones previas. La innovACCIÓN en materia de capital humano necesita de entornos de confianza. Una confianza que se labrará a golpe de liderazgo distribuido, conversaciones líquidas que tienen lugar en procesos simplificados tanto formal como informalmente. Sin entornos de confianza no hay innovACCIÓN en capital humano.

En resumen, innovar en gestión de personas es una cuestión estratégica en cualquier organización que quiera sobrevivir en un merado volátil, incierto y extremadamente cambiante. La tecnología está al servicio de la innovación en gestión de personas, pero una organización que realmente quiera innovar en este plano no puede ni debe pasar por alto que previamente al desarrollo tecnológico debe revisar su disposición a la distribución del liderazgo, a promover conversaciones líquidas, a simplificar sus procesos… creando entornos de máxima confianza… la InnovACCIÓN es capital y humana antes que tecnológica…

Y es que soplan vientos de cambio….

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Del Reclutamiento a la Comunidad, de la Selección a la Conversación

La incorporación de nuevos profesionales a un proyecto siempre me ha parecido una de las tareas más complicadas en la gestión de personas. Si le otorgamos la categoría de Ciencia, estaríamos ante la más inexacta de todas, ya que la materia prima con la que se trabaja es el elemento más delicado e impredecible que existe… las personas.

Sin embargo, y aún a riesgo de generalizar, el arte o la ciencia de la incorporación de nuevos profesionales es una tarea en la que los Departamentos de RR.HH. siempre juegan contra el reloj. La premura, la urgencia, el deadline, son factores que suelen estar presentes con demasiada frecuencia cuando se trata de incorporar a alguien nuevo a la organización.

Aunque siempre resultó esencial incorporar a los profesionales más idóneos  para un proyecto, nos dirigimos hacia un marco de relaciones profesionales donde esta tarea aún resultará más crucial que antes, sobretodo en profesionales del conocimiento ya que serán estos los que marquen la diferencia en términos de generación de valor dentro de cualquier organización.

Quizás la era de la conectividad que atravesamos sea la excusa perfecta para que los departamentos de RR.HH. modifiquen su aproximación hacia la tarea de Reclutamiento y Selección… veamos en qué medida.

Del Reclutamiento a la creación de Comunidad.

La idea de reclutar siempre me ha evocado (en cierto modo) un entorno castrense. Identificar profesionales para su alistamiento en la estructura. Un alistamiento en el que la maquinaria de reclutamiento se pone en marcha para dar respuesta a una necesidad solicitada por el negocio (el alto mando…). En cualquier caso, un enfoque reactivo per se.

La revolución tecnológica de la web social supone un antes y un después para los reclutadores. Pero la funcionalidad de los entornos 2.0 no está cambiando el modus operandi del reclutamiento en muchas empresas (salvo honrosas excepciones). Los canales para la identificación de profesionales han cambiado, pero la usabilidad que se les da no es óptima. Existe poca diferencia entre hacer un “posting” de una posición en una o varias “jobsites” o viralizarlo a través de diferentes redes sociales.

La función del reclutador debe ir más allá de la viralización. Ya no se trata de identificar a los profesionales a través de los “nuevos canales 2.0”, sino de, además, hacer comunidad con ellos.

Un reclutador debe ser un desarrollador de Comunidad capaz de movilizar los contactos de su red y multiplicarlos sin esperar a que surja una necesidad; Su cometido es rastrear los espacios virtuales y reales donde se alojan y se exhiben las habilidades y conocimientos de los profesionales que enriquecen su organización, invitándoles a participar en ella de forma regular, preferentemente, rompiendo la barrera virtual.

 

De la Selección a la Conversación.

Pero de nada serviría la creación de Comunidad si el seleccionador no variase su comportamiento en la interacción que establece con los profesionales que ha llevado hasta ella.

La relación tradicional entre entrevistador-candidato no refleja equilibrio. Salvo excepciones, uno pregunta y otro responde. Uno chequea y explora y otro se sabe examinado. Nunca me pareció que se tratase de una relación de igual a igual.

En la Organización del S.XXI, el seleccionador debe dejar de seleccionar y comenzar a conversar. Debe dejar de escanear, sondear e investigar y pasar a fomentar un intercambio abierto de información, expectativas, opiniones, habilidades y conocimientos  y llevarlo a cabo de forma continuada en el tiempo con el mayor número de profesionales  miembros de su Comunidad.

La selección debe ser el arte del flirteo a través de la conversación para descubrir progresivamente todas las características, habilidades, expectativas, deseos y anhelos del que  está al otro lado. Es preciso reemplazar la idea de “extraer” información para inferir comportamientos e implantar un modelo en el que se conversa para crear situaciones donde  se observan comportamientos de forma directa.

Cuanto mayor sea el número de conversaciones, la diversidad de las mismas y de las circunstancias en las que estas se lleven a cabo (formales e informales) mayor será el grado de conocimiento que ambas partes adquieran el uno del otro.

Esta redefinición del tradicional modelo de selección requiere un enfoque temporal radicalmente opuesto. La urgencia y la prisa son contraproducentes para el desarrollo sólido de una comunidad y para poder llegar a conocer en profundidad al mayor número posible de profesionales dentro de ella. Se trata de un proceso constante y sistemático en el tiempo.

Obviamente el desarrollo de comunidad y la conversación como pilares de la identificación e incorporación de nuevos profesionales no se pueden prescribir en todas las situaciones que las empresas plantean para cubrir sus necesidades; sin embargo, esta sería la aproximación óptima para identificar e incorporar posiciones estratégicas o claves dentro de la Organización ya que minimiza considerablemente el riesgo de inadaptación a la cultura, valores, colaboradores y entorno. En otras palabras, incrementa las probabilidades de éxito y reduce los costes asociados al fracaso de la selección.

Mucho más que un mero Restyling

El cambio de paradigma en la función de reclutamiento y selección, no consiste en un mero “restyling” superficial de la tarea, sino en modificar los comportamientos asociados por parte de las organizaciones para conocer en profundidad a la comunidad de profesionales que pueden llegar a aportar valor para  la empresa…

En la empresa del S.XXI reclutar y seleccionar es hacer comunidad, conversar, interaccionar y flirtear con ella.

CO-Cultura: 5 prácticas para hacerla realidad

Lo “CO” está de moda. Las redes profesionales y no solo las virtuales cada vez se hacen más eco de las palabras que marcan tendencia. Hablar de COoperación, de COnversación, de CO-working, de CO-creación, de COlaboración, de COmunicación y de COnectividad es estar a la última. Supone ser COol. La frecuencia de uso y el número de debates y conversaciones en los que estos términos están presentes hace que la CO-Cultura se perfile como una tendencia al alza.

Creo que existen razones objetivas de índole macro económico que, como poco, invitan a otorgar el beneplácito de la duda a la necesidad de trabajar en el desarrollo de una Co-cultura como modelo que permita  la adaptación a las convulsiones del mercado o incluso  la supervivencia en el mismo.

Esta reflexión está dirigida a aquellos profesionales y organizaciones  que  dan por hecho la necesidad de avanzar ese modelo cultural, pero que al mismo tiempo se preguntan cómo aterrizar y como incorporar en la dinámica de sus organizaciones la praxis asociada a los atributos esenciales que configuran, en mi opinión, la columna vertebral de este marco cultural: Cooperación, Conversación, Comunicación y Conectividad.

Esta entrada puede entenderse como una hoja de ruta básica, que dibuja acciones concretas que pueden suponer el punto de partida o los primeros pasos en organizaciones evolutivamente tipificadas como “Sapiens”, capaces de entender  el concepto; empresas que han flexibilizado suficientemente sus estructuras organizativas; empresas donde el estilo de liderazgo transformador comienza a echar raíces; entornos donde el troyano organizativo no es estigmatizado sino valorado; empresas en las que la función de gestión de personas desempeña un rol de agente de cambio y moviliza la evolución… empresas que han fijado el rumbo hacia la gestión en su versión 2.0.

La cuestión por lo tanto es, ¿Qué acciones concretas pueden llevar a cabo las organizaciones para que la CO-Cultura pase del plano conceptual al real? Estas pueden ser algunas ideas para introducir la praxis asociada a este modelo.

1.-Desarrollo de comunidades de práctica piloto, vinculadas a objetivos de negocio.

Una comunidad de práctica representa la evolución organizativa de un equipo de trabajo. Se trata de un grupo de profesionales que trabaja de forma conectada física pero también conceptualmente gracias al intercambio de ideas, que optimiza las tecnologías a su alcance para conversar, para desarrollar y compartir conocimiento. La clave en estas comunidades piloto es la definición de indicadores de negocio (KPI’s) que permitan cuantificar el impacto de su actividad en el mismo. El éxito de una comunidad de práctica debe medirse por el impacto que tiene en la cuenta de resultados el conocimiento generado y compartido en forma de mejora, desarrollo, optimización o evolución de un proceso, producto o servicio. Una comunidad de práctica que opera realmente bajo estos parámetros puede ser considerada como una micro-organización 2.0.

2.-Democratización del conocimiento en nichos organizativos a través de RRSS corporativas

Una red social corporativa no es la causa de la Co-Cultura, más bien debe ser su consecuencia y en paralelo el vehículo que transporta los comportamientos y la praxis asociada a la misma. Uno de los principios arquitectónicos que sustentan el éxito de una red corporativa como vehículo de transformación cultural es precisamente la democratización del acceso a la información y la posibilidad de compartir conocimiento de forma ilimitada. Si queremos que los atributos del nuevo marco cultural arraiguen con fuerza resultará imperativo que la información fluya, se distribuya y se comparta de manera democrática. Para contrarrestar las reticencias normales a la democratización del acceso al conocimiento a la organización en su conjunto, el punto de partida puede ser comenzar por un nicho, departamento o área organizativa concreta y monitorizar el efecto de esa democratización. La monitorización o el control es en cierto modo antinatural a la CO-cultura, pero es preferible  comprobar los efectos positivos de esta democratización antes que tener reticencias eternamente y no dar nunca ningún paso en esa dirección por desconfianza.

3.-Fomento de la conectividad en colectivos clave

La conectividad es sin duda uno de los atributos más significativos de la Co-cultura. Es fácil entender lo disruptivo que supone hablar de conectividad en estructuras organizativas regidas en su mayoría por líneas de reporting claramente definidas; por ello, un primer paso para comprobar los beneficios de la conectividad como un fenómeno natural y positivo en términos de generación de valor, puede ser otorgar carta blanca en términos de conectividad a un colectivo de empleados clave. Normalmente son ellos quienes atesoran la confianza de la organización gracias a su condición de high performer, high potential o Key employee, y esa confianza debe sustentar igualmente su libertad de acción en términos de generación de red y visibilidad interna y externa. Una especie de libertad incondicional que les permita conectarse entre ellos y desarrollar una red que permita generar valor por y para la Organización.

4.-Creación de espacios físicos y temporales como entornos de conversación y comunicación

La conversación y la comunicación son dos pilares esenciales de un modelo cultural “CO”. La creación de espacios físicos es importante para fomentar e incentivar físicamente estos comportamientos, pero aún lo es más, introducir espacios temporales que superen los tradicionales y a todas luces insuficientes momentos de conversación formalizada que recogen procesos como la evaluación del desempeño o la fase de definición de objetivos… El objetivo es naturalizar la conversación como mecanismo informal que permita generar valor;  quizás el primer paso tenga que ser incorporar en una agenda tradicional muchos más momentos o espacios destinados a la conversación tanto en su versión “one to one” entre Manager y empleado como en su versión grupal entre personas de un mismo equipo. Se trata de naturalizar progresivamente el fenómeno de la conversación más allá de las fronteras físicas de un despacho y de los momentos habitualmente estipulados.

5.-Emponderamiento de líderes transformacionales como “CO-pilotos”

La ejecución de este tipo de experiencias y prácticas co-culturales debe ser transferida a aquellos empleados que independientemente de su nivel jerárquico incorporan de forma natural los comportamientos asociados a este nuevo marco. El liderazgo de este modelo cultural debe ser transferido de la estructura jerárquica tradicional a los profesionales que encarnan el ADN de la Co-Cultura. La permeabilización en toda la organización de este modelo cultural guardará relación con la capacidad de colaboración, conversación, comunicación y conexión de los profesionales que impulsen las primeras experiencias. Es conveniente identificar de forma minuciosa quienes serán los embajadores de la Co-cultura y concederles la libertad de acción necesaria para que impulsen las primeras acciones en esta dirección.

Cualquiera de estas iniciativas va encaminada a  construir de forma progresiva el ADN de un nuevo modelo cultural que gire en torno a la Cooperación, Conversación, Comunicación y Conectividad en definitiva, una nueva praxis en la forma de generar valor dentro de una Organización.

Aquellas organizaciones que hayan superado el debate conceptual y quieran pasar a la acción deben plantearse la ejecución real de este tipo de acciones (y otras similares) de otra manera existe un riesgo considerable de que la CO-cultura nunca sobrepase las presentaciones corporativistas en power point, y se convierta en una cortina de humo en forma de COOL-Cultura pero sin impacto alguno en el negocio.

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