De acuerdo a la cronología y al calendario, todos somos profesionales del S.XXI… sin embargo, en realidad, no es ningún calendario el que define en qué medida somos profesionales contemporáneos del siglo en curso, sino nuestros hábitos, nuestras prácticas y nuestra forma de entender la realidad empresarial, económica, social y por supuesto tecnológica que nos rodea…
La forma de comportamiento del mercado, la manera en como las empresas nacen, se desarrollan…y se transforman resulta hoy radicalmente diferente a la de hace tan solo unos años. En términos de empresa, de desarrollo y de evolución profesional, nunca antes fue tan necesario aplicar la archiconocida tesis de Charles Darwin: «No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor se adapta a los cambios» perteneciente a su obra fundamental “El origen de las especies”.
En consecuencia, todos los cambios experimentados por nuestro entorno empresarial y social en los últimos años deben invitarnos a cuestionarnos en qué medida nuestros comportamientos, nuestros hábitos, nuestra praxis profesional nos hacen contemporáneos del cambio de época que estamos viviendo… o por el contrario… nos condenan a una lenta, progresiva, pero segura extinción…
Nuestra supervivencia como profesionales en el S.XXI pasa por la puesta en práctica de nuevos hábitos y comportamientos y, por desarrollar una nueva forma de entender la realidad que nos rodea… estos son solo algunos de los rasgos que caracterizan a los auténticos y genuinos profesionales del S.XXI…
1.- Convierten la incertidumbre en su zona de confort.
Son conscientes de que la estabilidad es una utopía inalcanzable en el contexto empresarial del S.XXI (VUCA); una quimera, una fantasía, un espejismo, en definitiva, un concepto arcaico y obsoleto. Entienden e interiorizan sin tensión que por encima de todo, la incertidumbre es y será su zona habitual de trabajo, y hacen de ella su zona de confort.
2.- Promueven la Co-Cultura
Son auténticos promotores de la cultura empresarial basada en la Conversación, el Conocimiento, la Conectividad y la Colaboración ya desarrollen su actividad como profesionales por cuenta ajena o bien lo hagan como profesionales independientes (en cualquiera de sus tipologías y variedades). Comprenden la necesidad de compartir y conectar conocimiento a través del arte de la conversación como mecanismo que asegure su empleabilidad y, por lo tanto, su supervivencia.
3.- Practican el intra-emprendimiento.
Sean profesionales por cuenta ajena o profesionales independientes, su actitud es eminentemente emprendedora. Son promotores de dinámicas, proyectos e ideas desde una perspectiva constructiva y generadora de valor. Su intra-emprendimiento se dirige hacia sus empleadores, hacia sus clientes y hacia las redes y entornos de las que forman parte. Entienden que en el actual contexto empresarial su supervivencia es directamente proporcional a su capacidad de generar y poner proyectos y experiencias en práctica.
4.- Construyen sus relaciones de manera polivalente.
Conscientes de los procesos de cambio que afectan a su entorno comprenden que quienes hoy son sus colaboradores y/o colegas, mañana pueden ser sus clientes y empleadores… y quienes hoy son sus empleadores mañana pueden ser sus colaboradores o proveedores. Un profesional del S.XXI desarrolla interacciones identificando el rol actual de su interlocutor, pero comprendiendo que esa persona puede adoptar otro rol en el futuro, por lo que su interacción hoy puede condicionar su supervivencia en el futuro.
5.- Se orientan hacia la ultra especialización profesional.
En un mundo hiper conectado, en el que las fronteras físicas para el ejercicio profesional han sido literalmente derruidas por la tecnología y en el que la competencia es glocal. Un profesional del S.XXI sabe que su empleabilidad pasa necesariamente por su capacidad de ofrecer un servicio de alto valor añadido y ultra exclusivo. El mercado no tiene fronteras, ni para los clientes ni para los competidores. Un profesional del S.XXI se preocupa por alcanzar el mayor grado de especialización posible en su área de conocimiento. En el entorno empresarial del S.XXI las opciones de sobrevivir son directamente proporcionales al nivel de especialización.
6.- Dominan el arte de la construcción de red. Son Socialnetworkers.
Como puede desprenderse de los hábitos anteriores un profesional del S.XXI entiende, práctica y domina la construcción de redes. Son expertos en el arte del socialnetworking. Conscientes de que el dimensionamiento de la red es un proceso a largo plazo, la práctica del socialnetworking trasciende su actividad profesional bien sea esta por cuenta ajena o por cuenta propia. El desarrollo de su red forma parte de su esencia profesional. En un entorno ultraconectado, la práctica del socialnetworking es una de las claves para su supervivencia y evolución como profesionales
7.- Beta permanente & aprendizaje en red
Una de los objetivos principales de la actividad en red de un profesional del S.XXI es el aprendizaje y el reciclaje constante. Se trata de profesionales auto-responsables en su proceso de crecimiento y desarrollo. Su mentalidad es abierta y flexible. No necesitan una organización-sherpa que cargue con la responsabilidad de su desarrollo. Han asumido que su supervivencia en un mundo en cambio pasa por adoptar un estado de beta permanente de sus conocimientos (y comportamientos). Utilizan la red para aprender y para que su entorno aprenda a través de ellos.
8.- Son Superusers de la tecnología social (y general)
Es irrelevante si generacionalmente están etiquetados como “Baby-boomers”, “Xers” o “Millenials”; sea de forma innata (nativos digitales) o no (early adopters) son profesionales que se han preocupado y se preocupan por adquirir destrezas y competencias digitales. Han tomado consciencia de que en un mundo tecnológicamente en constante evolución, su supervivencia como profesionales implica estar familiarizado con las herramientas, gadgets y aplicaciones de última generación. Su competencia digital es determinante para su supervivencia profesional en el S.XXI
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Con total seguridad existen más hábitos y prácticas que identifican a un profesional contemporáneo a la realidad y el contexto empresarial del S.XXI, no dudéis en enriquecer la entrada con vuestras aportaciones, pero en mi opinión, este listado recoge los “basics”… una serie de comportamientos mínimos para poder sobrevivir en un ecosistema ostensiblemente diferente al de hace tan solo unos años.
Entiendo y comprendo a muchos profesionales que con nostalgia añoran tiempos pasados y que siguen confiando en que amaine la tempestad y todo vuelva a colocarse donde estaba… Sin embargo… ya existen demasiados indicios, estudios, evidencias en última instancia de que quizás no será así…
Por ello, conviene mirar a nuestro alrededor y realizar un sano y saludable ejercicio de autocrítica; colocarse frente al espejo y analizar en qué medida nuestros comportamientos nos acercan o alejan de esa nueva especie llamada “Profesional del S.XXI”… o, si por el contrario… nos hemos convertido en profesionales en peligro de extinción…
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Miguel Ángel García
Esos hábitos son esenciales, fundamentales e imprescindibles si queremos tener opciones y posibilidades en un mercado laboral hiper competitivo (aunque nos quejemos siempre ha sido así). Y el temporal no amaina, así que el que quiera esperar a que escampe empleará mucho tiempo…
Puede que aunque muchos evolucionemos hacia unos hábitos indispensables para tener un presente y un futuro, haya demasiadas personas que no quieran hacerlo.
Desde luego un buen líder lo asume rápido, porque con su visión estratégica se anticipa, pero hay tantos directivos y empleados que no tienen ninguna intención.
Fascinante post. Un saludo
Andrés Ortega Martínez
Hola Miguel Angel,
Este post refleja en cierto modo lo que vengo observando en mi entorno desde hace ya unos cuantos años.
Muchas de las prácticas se han acelerado en muchos profesionales, pero en otros muchos, como indicas, no ha habido evolución alguna, incluso a pesar de haber sufrido todo tipo de cambios.
No hago referencia a la cantidad de profesionales carentes de valor que la no adaptación provocará (me refiero sobretodo a la economía del conocimiento…), esto creo que da para otro post en sí mismo
Un saludo y gracias de nuevo por tu comentario
Andrés
Xavi Gaya
Buen post. Me ha gustado, y creo que muestra la nueva realidad del mercado actual y del futuro.
Enhorabuena.
Andrés Ortega Martínez
Gracias Xavi,
He intentado reflejar la realidad que percibo desde hace tiempo a mi alreadedor, como en casi todas las entradas del blog
Saludos y gracias por el comentario.
Andrés
Claudia Sogamoso
Excelente, has hecho una radiografía del profesional que exige los inicios del siglo XXI, web 3.0 y 4.0 donde estamos conectados con todo y todos y donde ya hay una realidad aumentada. Tú reflexión final, me lleva a una conclusión (podemos extraer muchas más). Nosotros como profesionales de las ciencias humanas tenemos cada día un reto increíble, una responsabilidad y un compromiso, lograr ser profesionales del siglo XXI para ser al mismo tiempo, facilitadores del desarrollo de otros que necesitan alcanzar competitividad, no para sobrevivir, sino para que alcancen una realización personal. Tenemos un arduo pero apasionante trabajo. Un saludo
Andrés Ortega Martínez
Gracias Claudia por enriquecer el artículo y el blog con tu comentario!
El objetivo de este post…como el de casi todos los del blog es provocar reflexiones 🙂
Efectivamente, cualquier profesional tiene un reto mayúsculo en nuestro tiempo, pero el de un profesional que se dedique al desarrollo de otras personas lo es si cabe aún más…
Como ya he escrito en otros artículos, el area de RRHH se encuentra en un momento crucial, tenemos una oportunidad única de transformar nuestra función, de darle la relevancia que, en mi opinión, siempre tuvo… pero para ello, el esfuerzo que tendremos que hacer será aún mayor… ya que nuestra capacidad de aportar valor en un contexto organizativo y empresarial como el que se ha gestado, pasa por nuestra propia transformación, adquiriendo todos y cada uno de los comportamientos y hábitos descritos en el post (y alguno más que no he querido incorporar para no alargarlo en exceso…). Solo de esta manera podremos aportar valor genuino y ser ante todo agentes de cambio dentro de las organizaciones, y, de esa manera, poder ser facilitadores del resto de profesionales que trabajen en la empresa. 🙂
Gracias de nuevo Clauida por tu comentario
Saludos
Andrés
Manuel Bayona
Enhorabuena!!! Gracias por ste regalo de esta entrada de vacaciones. Tendría sitio preferente: «estar pinchado en el viejo corcho y con una chincheta para que se mantenga, de los tablones de algunas organizaciones». Creo que era P. Druker el que dijo en el siglo XX: «conviven organizaciones del XIX, profesionales del XX y necesidades del XXI». Ese es nuestro principal reto para la convivencia y la superación .
Andrés Ortega Martínez
El regalo Manuel son vuestros comentarios y aportaciones. El texto estará pinchado en el panel virtual que supone el blog… pero habrá que revisarlo en poco tiempo.. probablemente esté obsoleto o haya que revisarlo en profundidad… precisamente por aquello de predicar con el ejemplo y poner en práctica el séptimo hábito… un espiritu de renovación constante y beta permanente 🙂
Saludos
Andrés
Rosa
Muchas gracias por compartir Andrés…
Hay veces que se nota el desenfoque en los profesionales , que tenemos un cierto olor a «antiguo», …como si en muy breve tiempo hubiera habido cambios que no se han percibido según se daban, o no se han digerido…y no ha habido esa adaptación rápida…es cierto que la incertidumbre respecto al futuro no lo ha facilitado y la ambigüedad menos…y tal vez no hay que irse al futuro sino a lo que hoy estamos necesitando para afrontar esta situación, pasajera o no.
Quiero creer que a varios de los hábitos que indicas se han subido muchas personas, fuera de su rol de profesional, y comparten por las redes, conocen tecnología y la usan a nivel personal, buscan temas y foros especializados en internet, que han cambiado asimilado el concepto de networking y ejercen desde ese plano a veces sin ser consciente, porque está en el ambiente…
Pero la empresa no avanza a la misma velocidad…son cambios grandes, megacambios en la concepción de empresa: abrir al mundo lo que ha sido un circuito cerrado siempre…es confiar en que nuevos hábitos de sus profesionales van a permitir seguir dando rentabilidad al negocio,,,cuesta…Hay muchas personas que tienen mejores equipos, mejores herramientas para su trabajo en su casa que en la empresa.
Así que yo creo que hay un porcentaje de personas que se adaptarían fácil si la empresa lo pidiera..y otro porcentaje de no adaptación seguirá siendo el que siempre se ha dado ante cambios…
Si nuestra empresa somos nosotros, entonces sí, no tenemos excusa :o)
Andrés Ortega Martínez
Gracias por tu comentario Rosa,
Creo que no tenemos excusa seamos nuestra propia empresa o no… creo que las empresas las hacen las personas y eso nos hace responsables de adaptarnos al entorno aún sin ser el CEO de la compañía… la velocidad de cambio de una organización no depende tanto de la visión del CEO como de la visión de todos los integrantes de la misma… y de como estos ponen o no en práctica algunos de los comportamientos aqui mencionados…
Dicho esto, no creo que exista un profesional del SXXI tipo, si que existen profesionales que ponen en práctica más o menos de estos comportamientos con más o menos énfasis..
La velocidad de cambio de los acontecimientos es tal… que todos tenemos un olor a «antiguo»… hasta muchos millenials se ven sobrepasados por la velocidad de los cambios.
Como en cualquier proceso de cambio, no todos las personas se adaptaran por igual ni a la misma velocidad… pero ciertamente el riesgo de exclusión u obsolescencia es mayor que en otros momentos de cambio y transición, sencillamente porque la velocidad de transformación es mayor que nunca…
Gracias por tu comentario de nuevo
Andrés
Montse ( Social You)
Hola!!
Excelente post! Reflejas de forma perfecta la nueva realidad, esa realidad en la que se articula un nuevo paradigma.
Los Knowmads , o esos nuevos profesionales, que caminan hacia delante y dejan atrás concepciones arcaicas ya no válidas en un nuevo mundo.
Gracias por compartir!
Andrés Ortega Martínez
Gracias Montse,
En realidad… no pensaba solo en un Knowmad o freelancer… creo que son rasgos propios de cualquier profesional más allá de si práctica su actividad profesional de manera independiente o… con una vinculación laboral «estable» para una empresa…
Pero efectivamente, a fecha de hoy donde más se aprecian estos rasgos y hábitos es en aquellos profesionales que trabajan por cuenta ajena.
Me alegro que te haya resultado interesante
Saludos
Andrés
GUILLERMO
Hola, me parece muy bueno, totalmente de acuerdo, ese es el camino. Lo comparto en mis redes.
gracias.
Anibal
Hola Andrés, me parece estupendo tu artículo y sobre todo la reflexión final de que todos debemos hacer auto-crítica y ver en que podemos mejorar día a día.
Saludos.
Eva Demarchi
Excelente post en el que me veo completamente reflejada. Hay momentos en que una parece encontrarse sola en esa visión pero por suerte somos muchos quienes vemos claro que ese el camino, y artículos así lo definen a la perfección. Esa es la realidad…por ahora!! pues como comentabas, puede que en un futuro estas líneas queden obsoletas y sea otro el camino a seguir. La clave será siempre la adaptación!! Perfecta descripción de una realidad que siento muy cercana. Enhorabuena por este post!!
Andrés Ortega Martínez
Muchas gracias Eva!
Me alegro que te sientas identificada… de otra manera… me preocuparía 🙂
Un placer contar con tu comentario
Saludos
Andrés