Sobre personas y organizaciones

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10 rasgos que configuran el ADN del Socialnetworker

Las Redes Sociales Corporativas se están erigiendo como un elemento clave para el desarrollo  del nuevo paradigma que supone la Organización 2.0. Aunque ya lo he dicho en otras ocasiones, quizás sea conveniente reiterarlo. El concepto 2.0 no describe solo un marco organizativo-tecnológico, sino una nueva forma de hacer empresa donde los procesos, las ideas y la generación de valor surgen de un nuevo marco de comportamientos: colaboración, conversación, conectividad, comunicación… en los que efectivamente, la tecnología cobra un papel esencial.

La organización 2.0 no es una organización “virtualizada”, pero tampoco puede desarrollarse de forma plena sin la utilización de la web social y la tecnología. Hecha la puntualización, las redes sociales corporativas internas (RSC) y la Web Social, representan un elemento crítico en la construcción del paradigma 2.0.

La progresiva implantación y utilización de las RSC como plataformas de interacción está impactando y transformando silenciosamente el patrón de comportamientos de los profesionales que habitan en ellas. Al amparo del propio dimensionamiento y protagonismo de la Web Social (incluyendo las RSC), muchos profesionales deben aprender a desenvolverse desarrollando su actividad en entornos que hace tan solo unos años no existían. Sin duda un dato para reflexionar.

En este marco, nuestros comportamientos están mutando, cambian irremediablemente. Solo difiere la velocidad de transformación dependiendo de la voluntariedad por parte de cada uno de nosotros de adquirir más o menos protagonismo en la asunción de este nuevo paradigma.

Estamos asistiendo a una alteración de nuestra estructura genética como profesionales… cada vez con más frecuencia desplegamos un set de comportamientos que van configurando un nuevo ADN que da lugar a una nueva especie de profesional. Somos contemporáneos del proceso evolutivo hacia el rol de Socialnetworker.

¿Cuáles son los rasgos que caracterizan al Socialnetworker?

Dos puntualizaciones importantes. En primer lugar señalar que un socialnetworker no es una tipología profesional exclusiva de un área funcional concreta o vinculada a un nivel jerárquico específico, estamos ante una especie profesional que puede desarrollarse en cualquier área organizativa e independientemente del nivel que ocupe dentro de la estructura.

En segundo lugar, conviene destacar que el desarrollo del ADN del Socialnetworker está al alcance de cualquier profesional. Aunque existen rasgos innatos que predisponen en mayor o menor medida la evolución hacia el rol de Socialnetworker, cualquier persona tiene la capacidad de iniciar su propio proceso evolutivo. Por lo tanto, no es solo una cuestión de capacidad sino de actitud y voluntad el incorporar los rasgos que caracterizan este nueva especie profesional.

Hechas las matizaciones, estos son los rasgos, características o formas de comportamiento que configuran el ADN del profesional que poblará las Organizaciones del S.XXI.

1. Utilizan su capacidad relacional para la generación de valor. Representan al animal social por excelencia. Se relacionan para generar valor, para crear oportunidades que impacten en positivo en la cuenta de resultados.

2. No entienden la actividad profesional como una acción individual. Saben que la generación de valor depende de su habilidad para establecer, construir y alimentar relaciones de forma constante y persistente en el tiempo.

3. Entienden la Red como un conjunto de Entornos y Conexiones. No limitan su actividad relacional en un único ámbito, al contrario, las conexiones que establecen les permiten desarrollar y construir nuevos entornos y activar nuevos nodos.

4. Construyen espacios de conversación de forma natural. Utilizan la tecnología a su alcance para fomentar conversaciones y explorar nuevas ideas y procesos que permitan desarrollar nuevos productos y/o servicios.

5. Son conectores de conocimiento. Su dimensión socio-relacional tiene como finalidad identificar nuevos profesionales, desarrollar su relación con ellos para seguir tejiendo la red. Cada persona incorporada a su red profesional supone un universo de oportunidades para conectar conocimiento que genere impacto en el negocio.

6. Promueven la inteligencia colectiva. Es precisamente su constante actividad relacional y su actividad como arquitectos de espacios de conversación lo que les permite acelerar los procesos de inteligencia colectiva.

7. Entienden el trabajo como una actividad que supera el concepto espacio-tiempo. La tecnología les permite estar presentes y activos en cualquier momento y en cualquier lugar. Su actividad prima por encima de su ubicación y el tiempo de realización de la misma.

8. Hacen de la conectividad su modus vivendi tanto hacia el interior de la organización como hacia el exterior. Independientemente de su nivel de actuación, área funcional o nivel de responsabilidad su grado de conectividad es ulterior.

9. Optimizan y rentabilizan la tecnología como medio al servicio de su actividad relacional. La tecnología es un potenciador de su modus vivendi, un acelerador de las oportunidades de conexión.

10. Interpretan la realidad como entorno de cambio y oportunidad. El cambio no supone un factor generador de tensión sino una constante integrada en su forma de hacer empresa. Asumen que lo permanente es un terreno ficticio y que su propio set de comportamientos hoy, puede ser diferente mañana.

Nuestras organizaciones están cambiando de forma acelerada. La tecnología está más que nunca al servicio de esa transformación cultural y el nuevo paradigma de gestión 2.0 arropado por el marco que construyen las RSC permiten que cada vez más se manifieste este set de comportamientos.

La web social y las RSC equivalen al meteorito que hace millones de años provocó la desaparición de muchas especias e inició la mutación para la supervivencia de muchas otras… cada profesional tendrá que plantearse su nivel de adaptación en el nuevo ecosistema empresarial… pero indudablemente la evolución de la especie profesional se dirige hacia la primacía de la especie que constituye el Socialnetworker.

Este post es una adaptación de una entrada publicada en Zyncro blog

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Principios arquitectónicos de una Red Social Corporativa

Cuando reflexiono sobre el sentido, impacto, usabilidad, funcionalidad,  esencia y razón de ser de la unión de estas tres palabras: Red, Social, Corporativa…, mi análisis siempre concluye en que nos encontramos ante una de las herramientas organizativas más potentes y trascendentales no desde un punto de vista tecnológico, sino cultural…

Muchas Organizaciones se suman a la “new wave”  que supone la implantación de una Red Social Corporativa… sin analizar ni evaluar las implicaciones que estos desarrollos pueden llegar a tener en términos de transformación organizativa. Existe una asociación incuestionable entre Red Social Corporativa y Transformación cultural; en la empresa del S.XXI, una no puede darse sin la otra y viceversa. Sin embargo es preciso matizar que en este caso, el orden de los factores si altera el valor generado por el producto.

La casa por el tejado

Es preciso comprender que no se debe (ni puede) implantar una red social interna con el fin de gestionar una transformación cultural.

Un considerable número de empresas se han lanzado a la aventura tecnológica de la implantación de una red social pensando erróneamente que se trataba precisamente de un proyecto  tecnológico y no de un viaje de transformación organizacional.

Ahí radica el primer error de cálculo por parte de muchas organizaciones que entienden que los inicios de la transformación cultural se producirán a raíz de la implantación de una red social corporativa.

Pretender impulsar la r-evolución organizativa hacia una modelo más abierto, más plural, más participativo, a través de la implantación de una red social corporativa es empezar la casa por el tejado. Una red social interna es probablemente el vehículo más eficaz para transportar los comportamientos y las interacciones asociados a un nuevo modelo de gestión. Se trata sin duda de una poderosa herramienta que bien consolidada y cimentada puede ser una palanca perfecta para levantar el peso de los procesos y conductas organizativas habituales e ir progresivamente introduciendo una nueva forma de relación, una nueva forma de gestión, pero no puede utilizarse cómo el punto de partida de ese proceso evolutivo en la empresa.

Los tres pilares de una Red Social Corporativa como vehículo de transformación cultural.

Sin embargo, y como sucede con cualquier obra que no queremos que se lleve el viento es preciso, con carácter previo a su edificación trabajar en unos cimientos sólidos, resistentes, que ofrezcan fiabilidad y confianza a aquellos que transitarán por el edificio – a los habitantes de esa red social.

Estas son algunas claves arquitectónicas básicas, esenciales para que cualquier red social corporativa cumpla su cometido, ser el vehículo que transporta los comportamientos de un nuevo modelo de gestión, sólidamente, sin grietas, sin fisuras.

1º.- Desarrollar la cultura del diálogo y la conversación con carácter previo a la implantación. Si históricamente hemos limitado las conversaciones e interacciones en abierto de nuestros empleados, ¿Por qué pensar que contar con una red social les hará comportarse de otro modo? ¿Por qué pensar que compartirán y dialogarán de forma diferente? Es vital que se inculque y se arraigue la cultura del diálogo con carácter previo a la implantación de una red social corporativa; es la forma de asegurar que esta, cumplirá su cometido: transformar a través de las interacciones que tengan lugar dentro de ella.

2º.- Otorgar la propiedad de la red social a los profesionales de la organización. No es congruente comprar el terreno, urbanizar nuevos comportamientos, construir el vehículo y luego pretender quedarse con las llaves que permiten acceder libremente al inmueble. El flujo de interacciones e iniciativas que surjan a través de la red social son bienes compartidos en favor de la organización como un todo. Para conseguir la optimización del conocimiento generado a través de la Red social interna es preciso cimentar con carácter previo que esta no es un coto privado sino una propiedad abierta.

3º.- Interiorizar y anclar la voluntad de cambio organizativo. Probablemente el pilar más crítico en este proceso arquitectónico. Se trata de la recalificación del terreno organizativo. Los órganos de poder y la cúspide organizativa debe generar el compromiso de la voluntad de transformación organizativa con carácter previo a la implantación de una Red Social Interna. Es un imperativo, si no existe este compromiso la recalificación del terreno será ficticia y el vehículo en forma de Red Social viajará vacío.

Una Red Social Corporativa es mucho más que una herramienta, es una palanca de transformación cultural que puede ser determinante en el proceso de transformación en el que se encuentran muchas organizaciones hoy en día. Sin embargo, es imperativo que previamente a su implantación se fijen los cimientos de la cultura de la conversación, se otorgue la propiedad del conocimiento generado al todo que representa la organización y sobretodo, la estructura de mando adquiera una voluntad nítida para iniciar un proceso de transformación organizativa. Solo entonces una Red Social Corporativa cumplirá su cometido como palanca de transformación cultural y cómo vehículo que transporta una nueva forma de interacción y generación de conocimiento.

Este post es una adaptación de una entrada publicada en Zyncro blog

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La mano que desarrolla la red…es la mano que “domina” el mundo…

Nos guste o no, vivimos en un mundo conectado, experimentamos conexiones a diario, nuestros círculos se expanden, nuestros nodos se multiplican, y poco importa que queramos alejarnos de esa hiperconexión que todo lo abarca… ni el más huraño ermitaño puede escapar a esta salvaje era de la conectividad…

Extrapolado al plano profesional, por encima de nuestra condición, función, ocupación, actividad, experiencias acumuladas y expectativas de desarrollo, la conectividad marcará nuestra vida profesional cada vez a mayor velocidad. Es un proceso imparable e innegable. Observar esta realidad está al alcance de todos…

A partir de aquí, os dejo algunas reflexiones sin orden, sin numeración, sin ranking alguno; no se trata de un decálogo, no es un dogma de fe, tan solo una recopilación de ideas sobre la relevancia que la conectividad tiene y tendrá para el desarrollo de profesionales y organizaciones.

-Incorporar la conectividad a nuestra vida profesional no es hacer una lectura ultra avanzada de la realidad, es una necesidad perentoria para adecuarnos a la transformación de nuestro entorno.

Nuestro entorno se compone de multitud  de redes repletas de oportunidades en forma de conocimiento, ideas y experiencias.

Todos formamos parte de una o varias redes en la medida en que estas forman parte de nuestro entorno.

-Lo que determina nuestra expansión como profesionales conectados es nuestro “activismo” dentro de las redes a las que nos adherimos.

Los vínculos que establecemos nos conceden acceso directo a un proceso de enriquecimiento profesional que es directamente proporcional a nuestro interés por  desarrollar asociaciones de forma continuada en el tiempo.

La conectividad no enriquece profesionalmente “per se”, es nuestro apetito por el aprendizaje el que determina en qué medida podemos optimizar nuestras conexiones.

Cualquier profesional puede construir una red diseñada a la medida de sus inquietudes y expectativas de dimensionamiento profesional.

La empleabilidad de un profesional no se incrementa por el mero hecho de estar en la red, sino por la capacidad para generar y compartir experiencias dentro de ella.

La rentabilidad de nuestras conexiones es directamente proporcional a la amplitud de nuestra capacidad relacional.

La optimización de la red y de sus conexiones no es un terreno exclusivo para extrovertidos, más bien un campo abonado para los que quieran alimentar su aprendizaje.

Cuanto más conversamos, preguntamos, respondemos, compartimos, e interactuamos más potenciamos nuestra capacidad relacional, una puerta abierta de par en par a la co-creación de oportunidades profesionales.

El ejercicio del liderazgo tiende a consolidarse como el máximo exponente de la conectividad de conocimiento, habilidades y expectativas.

La consecución de resultados en la empresa del S.XXI pasa inevitablemente por fomentar la conectividad entre los integrantes de la organización con, entre y hacia todos sus stakeholders.

La construcción de una red y el desarrollo de las conexiones dentro de ella debe enfocarse como un quid pro quo, un proceso de enriquecimiento multidireccional.

Es preferible desarrollar la red pensando en lo que puedes ofrecer más que en lo que puedes obtener. Egoísmo y socialnetworking son términos incompatibles.

En la organización del S.XXI, la conectividad se convierte en un proceso de negocio cotidiano no extraordinario.

El desarrollo de la red es un proceso a largo plazo. La urgencia limita el dimensionamiento inteligente de la red.

La generación de valor se concibe cada vez más como la consecuencia de la conectividad entre cliente, proveedor, empresa, accionista y sociedad.

La función de RR.HH. evoluciona de forma silenciosa hacia el rol de Socialnetworker, un potenciador y optimizador del conocimiento y el talento.

-La gestión de personas experimenta una metamorfosis hacia la conexión de personas, conocimientos y experiencias.

En tanto en cuanto somos profesionales conectados, nuestro valor lo determinará nuestra red y las relaciones, conocimiento e ideas que seamos capaces de generar dentro de ella.

-Las empresas aprenderán a valorar retributivamente la capacidad relacional de sus profesionales ya que está incrementará las opciones para la consecución de resultados.

-La consecución de resultados en la empresa del S.XXI dependerá de su capacidad para conectar las personas con los conocimientos y las experiencias necesarias.

El acelerador de la generación de valor en una empresa es cada vez más la conexión y no la gestión del talento.

-Gestionar personas es cada vez más conectar emociones, gestionar emociones… es, en definitiva… conectar personas.

El 31 de Octubre de 2011 la población mundial alcanzó el umbral de 7.000 millones de habitantes. Aproximadamente el 40% está conectado a internet. En Octubre de 2012 y tras 10 años de existencia, Facebook alcanzo 1.000 millones de usuarios activos. En un plazo de 7 años Twitter sedujo a 500 millones de usuarios.

La ley de los seis grados indica que esta es la distancia entre dos personas en el mundo off-line; sin embargo estudios recientes sobre las redes sociales indican que la separación promedio es de 4,47 grados… cercana a los 3,5 en países avanzados…

Sin embargo, el hecho de que todavía cerca del 60% de la población mundial no tenga acceso a Internet permite intuir el potencial en términos de generación de conexiones y conocimiento…

Estos datos, extraídos a golpe de wikipedia quizás permitan entender mejor la rotundidad del título que encabeza esta entrada…, lo cierto es que las manos de aquellos profesionales y empresas que desarrollen y optimicen la red y sus conexiones, serán las que dominen el mundo que representa el mercado y las oportunidades dentro del mismo… y esa es, precisamente, la idea que subyace a estas 25 reflexiones sobre conectividad, empresa y desarrollo profesional…

Innovar es En-Red-Dar: Claves del “Practicum”

Los términos innovación y red están de moda. La combinación de ambos da la sensación de ser el bálsamo de fierabrás del panorama económico-empresarial, al menos, lo parece a tenor de la cantidad de artículos y publicaciones que aparecen a diario al respecto.

Más allá de haberse convertido en “Trend topic”, lo cierto es que ambos conceptos tanto hibridados como por separado van a jugar un papel determinante en la gestión integral y de personas en particular en la Organización del S.XXI.

La innovación es el Startgate a una nueva dimensión. Es la clave para la evolución organizativa y de cualquier modelo de negocio. En el entorno macroeconómico más volátil que se ha conocido, las organizaciones necesitan evolucionar a través de la innovación, de la experimentación constante.

La red en la acepción más amplia del término representa el entorno en el que la innovación tendrá lugar. La red es virtual y real. La red son ideas y vínculos. La red representa el caldo de cultivo natural de la inteligencia colectiva conectada.

Pese a lo sexy que resulta la hibridación de ambos conceptos, todavía son pocas las organizaciones que llevan a la práctica las ideas que adornan sus presentaciones corporativas dónde se ensalzan innovación y red-colectividad como baluartes y pilares de la cultura organizativa. En la mayoría de casos… fanfarroneamos sobre lo cool y progre que es nuestra Organización en materia de innovación y Redarquia a través de un puñado de “best practices”, pero probablemente nuestra realidad siga delimitada por job descriptions, evaluaciones exhaustivas de puestos traducidas en job levels e infinidad de procedimientos y procesos de toda índole…

Abandonemos la retórica, seamos claros y no juguemos al autoengaño ni como profesionales ni como Organización.

Innovar es vital, hacerlo en red esencial, pero para ello hay que tener claros algunos aspectos:

1.- Dos no innovan si uno no quiere. Un millón de ideas no sirven para nada si no existen los mecanismos adecuados para analizarlas y poder estudiar la viabilidad de su puesta en práctica.

2.- El paso de la jerarquía a la Redarquía como paraíso natural de la innovación requiere tiempo. Una organización no innova por arte de birlíbirloque. Cada empresa en función de su industria, tamaño, y en la medida en que le apriete la horma del zapato empleará más o menos tiempo en prepararse para innovar de verdad, más allá de sus presentaciones corporativistas.

3.- Es preciso desburocratizar la organización. El numero y complejidad de los procesos y procedimientos existentes es directamente proporcional a la dificultad de arraigo de una cultura innovadora. Así que, si realmente existe voluntad de innovar, primero habrá que simplificar el grado de burocratización bajo el que trabajamos.

4.- Modificar las estructuras piramidales tradicionales es probablemente el punto de partida. Antes de ponerse manos a la innovación, es preferible revisar la configuración de nuestra estructura organizativa La innovación no es viable en estructuras organizativas rígidas y encorsetadas. ¿Está la organización, y nosotros mismos, dispuestos a modificar la estructura con todas sus consecuencias?

5.- La mayoría de empresas siguen teniendo estructuras tradicionales, por lo que, el impulsor de la innovación es el Líder de la estructura tradicional; hasta que este no esté plenamente convencido, no será posible impulsar y poner en práctica una cultura pro-innovación. Puede que haya células innovadoras dispersas…pero sin el “beneplácito” del líder no podrán despegar… Curiosamente el Líder que abra la puerta a la colaboración y la innovación, estará asumiendo al mismo tiempo que su Liderazgo se diluirá con el paso del tiempo… uno de los aspectos más claves.

6.- Primera y crucial derivada del punto previo. Un Liderazgo tradicional nunca impulsará una cultura de innovación y de colaboración en red. Urge analizar el estilo de liderazgo vigente en la Organización y, en todo caso, trabajar en la evolución del mismo- si es que ya se ha tomando consciencia – Sin el liderazgo adecuado no hay paraíso de innovación.

7.- No se innova ni se fomenta la colaboración por imperativo legal, sino por convicción. Antes de invitar a innovar hay que preparar el estado mental de la organización y sus integrantes. En otras palabras, puede que esto implique dinamitar los pilares culturales o la estructura de valores de la empresa.

8.- Trabajar en red no es trabajar por proyectos o tener equipos dispersos geográficamente obligados a colaborar en remoto por necesidades del guión. Puede que tengamos equipos que lleven trabajando por proyectos y en remoto durante años pero que no hayan compartido ni un ápice de su conocimiento. Imprescindible revisar como se producen sus conversaciones y como fluye el conocimiento entre ellos. Presumiblemente habrá que desatascar las tuberías de prejuicios…

9.- El concepto Red no requiere “mandos” o Managers sino conectores, “networkers”. Aspecto que guarda estrecha relación con el Liderazgo necesario para impulsar una cultura innovadora.

10.- Una cultura colaborativa implica compartir. Si no existe una clara convicción sobre la necesidad de compartir conocimiento, ideas y experiencias es poco probable que se creen espacios colaborativos donde se aglutine la llamada inteligencia colectiva. En-RED-Dar requiere inculcar previamente los valores necesarios. Hay que difuminar la cultura del egoísmo antes de empezar a hablar de Redarquía.

Personalmente considero que son varios los actores que juegan un papel determinante para que podamos afirmar que Innovar es En-Red-Dar… y aunque no le corresponde el rol de llanero solitario el profesional del área de Gestión de personas, también llamada Recursos Humanos, tiene mucho que decir y hacer al respecto, pero este asunto forma parte de un “expediente X” que abordaré en otro artículo.

Vuelve a revisar las presentaciones corporativas que circulan en tu organización… y piensa en términos de Practicum … queda mucho trabajo por hacer…pero ¿no os parece apasionante?

 Si el movimiento se demuestra andando… de la misma manera, la innovación se demuestra innovando… y por analogía, una cultura de trabajo en red se desarrolla “en-red-dando”

Con este espíritu de innovación y colaboración, el pasado miércoles 10 de Octubre en el primer evento Eats&Twitts Day sobre el Talento y RRHH, Santiago Garcia (@Santi_Garcia), Alicia Pomares (@AliciaPomares) y un servidor decidimos innovar, desarrollando la primera mesa “Red-Onda”… sin mesa J. Asumimos que no podíamos hablar de la Organización 2.0 bajo un formato convencional por lo que decidimos “provocar” una conversación a tres que se distribuyese tanto en la red presencial como en la virtual en tiempo real. El debate sobre la Organización y el Liderazgo 2.0 y el papel que le corresponde a la función de Gestión de Personas en este escenario, fue, sin duda, la temática más adecuada.

Os dejo la crónica elaborada por Santiago Garcia sobre el evento en su blog En el Eats&Twitts Day sobre Talento y RRHH. Blog de Santi Garcia y la innovadora y diferente crónica del evento elaborada por Mónica Fernández (@newwayie) Crónica de un enganche anunciado #Eatsandtwittsday

También encontraréis alguna noticia al respecto en los siguientes medios

Equipos y Talento: La gestión 2.0 de personas revoluciona la organización empresarial

RRHH Digital: Recusos Humanos busca talento en las redes sociales

Be networker my friend…

En boca de tod@s, el networking se ha convertido en una palabra de moda más que en un ejercicio coherente y bien dirigido.   

Sin embargo, apoyándome en mi propia experiencia desde mi rol de “Target” o “networkeado” como la mayoría de profesionales en activo en el área de Gestión de personas, creo firmemente que se sigue confundiendo con demasiada frecuencia el networking con el mero intercambio de tarjetas de visita, (en el mejor de los casos), siempre y cuando no se considere que hacer networking es decirle a tus padres que le pasen tu CV al vecino o al familiar de turno que está bien “colocado”. Simplemente no existe una cultura de networking adecuada a nuestra realidad.

Un approach diferente

¿Por qué resulta ahora tan crucial hacer networking… de otra forma?, si no se trata  más que de hacer contactos…como hemos hecho toda nuestra vida! ¿verdad?, sin embargo, quizás la realidad hoy…sea algo diferente a la de hace diez años…

– En un mercado laboral que se desangra por momentos, con una escasez de oportunidades de una magnitud no conocida hasta ahora (si exceptuamos la Gran Depresión del 29…) ¿realmente alguien cree todavía que un familiar o miembro de sus círculos de confianza le va a ofrecer alguna oportunidad realmente interesante en un corto plazo de tiempo?

– “Net” y “working”, ¿realmente tenemos presente las implicaciones de esta combinación cuando decimos que estamos haciendo o asistiendo a un acto de networking?

– ¿Qué nos lleva a pensar que por estrechar la mano de alguien en un momento puntual, (en un encuentro desarrollado incluso de forma accidental en muchas ocasiones) esa persona nos recordará dentro de seis meses cuando maneje la única oportunidad interesante de la que ha tenido constancia en el último año?

Dudas razonables que permiten afirmar categóricamente que hacer networking hoy, es una práctica bastante alejada de la filosofía de “tener contactos” de hace tan solo unos años…

¿Qué aspectos son necesarios en un proceso de construcción de red en la actualidad?: Claves para desarrollar con éxito una estrategia de Networking

Networking: proposición y preposición de valor: Lee entre líneas, esfuérzate por entender que networking hoy, no significa “trabajando en la red”, sino trabajando desde, en, hacia, para y por la red…. Sin duda, unas preposiciones, que definen tus proposiciones en términos de construcción de red…

Fusiona los conceptos Red y Trabajando. La RED rebasa exponencialmente la idea de los círculos de confianza. Parte de esta premisa… tu red es potencialmente infinita, así lo será si entiendes la otra variable…TRABAJANDO; tejer una red es un trabajo duro y constante, implicará tiempo y esfuerzo.

Networking integrado. El Networking por sí solo no es nada. Un proceso de construcción de una red debe de estar integrado, perfectamente imbuido, en el marco de una estrategia de posicionamiento trazada a lo largo del tiempo.

Networking como inversión a medio y largo plazo. Las prisas no son buenas consejeras. Así de simple, un proceso de desarrollo de red conlleva tiempo, se trata de sembrar para recoger en el futuro. La urgencia es la peor de las aliadas cuando establecemos contactos, y, está urgencia guarda relación con la siguiente consideración.

Networking y egoísmo son términos incompatibles. Ofrece, no demandes. No pidas solo cuando necesitas algo de alguien con inmediatez, porque ya nadie da nada a cambio de nada, ni siquiera el familiar ni aquel conocido bien posicionado… Y, una pauta esencial, a medida que amplíes tu red, ofrece la que tú ya posees. No solamente es tu propuesta de Valor, tus nodos pueden ser un aspecto muy interesante para las personas a las que incorporarás a tu red… hacer red, es ofrecer red.

Posiciónate antes de conectar. Recuerda, se trata de ofrecer, pero antes, pre- ocúpate de haber definido bien dónde radica tu valor añadido, porque aquel a quien transmitas tu propuesta de valor, ten por seguro que manejará un buen puñado de ellas. Y, si vas a pedir algo, que sea consejo.

Networking como generación de oportunidades. Cambiemos el chip, trabajamos y desarrollamos una red de contactos para generar oportunidades, no para buscar trabajo o resultados inmediatos.

Solo existe un tipo de networking. Olvídate del networking personal y del networking profesional. Nos dirigimos a un horizonte en el que ambos planos están entrelazados, el plano profesional se integra en el personal y viceversa. Cualquier vínculo establecido te puede llevar a generar la oportunidad en la que estás trabajando.

Las RRSS son solo un canal. Efectivamente!, las Redes Sociales no son la red; el uso masivo y generalizado de las mismas, han obligado a  redefinir el approach al desarrollar una red de contactos, pero la red la seguirán formando personas de carne y hueso. Las RRSS son vitales en el proceso de networking… como un canal más: conócelas, explóralas, descubre su descomunal potencial para impulsar tu red, pero es vital interiorizar que tu red la formaran personas.

Desarrolla una red con criterio. Parte de la base de que puedes llegar “hasta el infinito y más allá”, pero trabaja los criterios que te moverán en la construcción de tu red de contactos. Olvídate de prejuicios a la hora de acercarte a unos y otros, pero define antes tus criterios. Piensa en términos de que ofrece mi red a quien y da el paso.

– Networking = Conectar personas = Construir relaciones. Y, por último, pero no por ello menos relevante, al contrario… ten siempre presente que hacer networking es conectar personas y construir relaciones. Más allá de la estrategia asociada, por encima del potencial beneficio directo o indirecto que puedas extraer de este proceso, la mayor riqueza serán las emociones y relaciones que vayas encontrando en el camino. Aunque solo sea por este aspecto, merece la pena ponerse “networking” a la obra…

Esta entrada no es “rocket science”, no estoy descubriendo el fuego, pero como en otras ocasiones me gusta ejercer de “abogado del diablo”… Revisa de nuevo esta enumeración de pautas y preguntante si vas a introducir alguna mejora en el desarrollo de tu red…

Si estás preparado…be “Networker” my friend…

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