Sobre personas y organizaciones

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Revolución digital & Revolución cultural: el desafio de la gestión de personas del S.XXI

Shut_jing-jang_150_FotorNo existe revolución digital sin revolución cultural… en la misma medida que la auténtica revolución cultural de una organización está impulsada por la digitalización de los  comportamientos y de su cultura.

Reconozco que la forma de empezar la reflexión es contundente, pero no describe más que la realidad social y empresarial que nos toca vivir. Si a estas alturas del partido algún profesional (sobre todo aquellos que habitan la economía del conocimiento…) se pregunta porque es necesario surfear la ola de la digitalización, le sugeriría que abandonase la caverna en la que habita o que me indique dónde fue criogenizado…

La revolución tecnológica ha revolucionado los comportamientos de las personas, la forma en como estas se relacionan e interactúan entre sí, la forma de consumir productos, servicios e información y lógicamente también ha transformado los hábitos y la manera de compartir esta información, e, indudablemente la revolución digital ha cambiado la manera de hacer y ser empresa. El mundo es digital, no es una elección, sino un hecho observable a simple vista. Por eso, organizaciones y personas en el marco del cambio constante se enfrentan a la imperiosa necesidad de gestionar una transformación digital… en muchos casos, tanto a nivel individual como organizacional.

La trampa de la transformación digital

Obviedades al margen, muchas empresas y profesionales caen en la trampa de creer que la transformación digital es ante todo una transformación tecnológica. Unos y otros, dedican ingentes cantidades de tiempo y recursos a impulsar proyectos de índole tecnológico y digital…, sin embargo, son pocas las organizaciones capaces de elevarse un par de palmos del suelo para observar la realidad con cierta perspectiva… con la perspectiva necesaria para entender que un proceso de digitalización es ante todo una revolución cultural a través de los comportamientos que representan los atributos y principios que esconde esta nueva forma de entender el mundo y la empresa (a saber): transparencia, participación, colaboración, innovación abierta en red, inteligencia colectiva, capacidad conversadora y espíritu wiki (agilidad, informalidad, autenticidad, integridad, añadir valor genuino)

Revolución digital & Revolución cultural: un reto integral

Por lo tanto, tanto monta, monta tanto… revolución digital como transformación cultural  :-). Se trata de dos caras de la misma moneda. Dos polos opuestos que se atraen. El yin y el yang. Dos dimensiones complementarias y a la vez imprescindibles una respecto a otra.

Liderar la transformación cultural implica liderar en paralelo la revolución digital. Se antoja difícil establecer una secuencia lógica que de primacía a una en relación a la otra. Ambas dimensiones se retroalimentan, la consolidación de una, impacta en positivo sobre la otra dimensión y viceversa.

En la medida en que una organización y sus profesionales incorporan comportamientos como la apertura, la participación y la capacidad conversadora, la transformación digital adquiere sentido y la tecnología se convierte en un vehículo esencial para el cambio…

De la misma manera, a medida que la tecnología se afianza y se incorpora en los procesos, los comportamientos se resquebrajan y la cultura comienza a presentar las fisuras de la transformación.

Es una relación simbiótica positiva en la que revolución digital y revolución cultural son dos dimensiones esenciales de la gestión del cambio un reto integral en la empresa del S.XXI.

¿Cuál es el papel de la función de gestión de personas?

matrixParece razonable pensar que si la revolución digital y la revolución cultural son dos dimensiones de un reto integral e integrado, las personas jugarán un papel determinante en cualquier organización que quiera abordar con garantías de éxito este proceso.

Parece razonable pensar que si la revolución digital se sostiene en la revolución cultural y en comportamientos como la capacidad conversadora, la innovación en red y el espíritu wiki, aquellos profesionales cuyo foco sea la gestión de personas y de su talento no tendrán muchas más opciones que liderar la revolución digital… de lo contrario, es probable que en poco tiempo no tengan nada que liderar…

No existe una hoja de ruta predefinida y estándar para que los profesionales del área de gestión de personas lideren esta revolución, pero si es posible enumerar una serie de aspectos que deben formar parte del apasionante cuaderno de bitácoras que deben comenzar a escribir cuanto antes…

  • Un proceso de digitalización no es una moda transitoria sino la expresión de un nuevo modelo económico, social y empresarial que hoy nos toca vivir. Ser analógico no es ir contracorriente sino una forma más de suicidio empresarial y profesional en el contexto del S.XXI.
  • La transformación digital no es un “asunto” tecnológico sino un proceso organizacional cuyo foco está en las personas, en su talento, en su inteligencia colectiva y en la apertura de sus comportamientos, por lo tanto un asunto que atañe a todos…
  • Para liderar la revolución digital es imperativo replantear con firmeza la propia propuesta de valor del área de RR.HH. No es posible liderar una revolución digital sino se cuentan con las competencias digitales necesarias ni con la apertura mental suficiente para entender los atributos que esconde la nueva forma de hacer y ser empresa. La madurez de la deconstrucción de RR.HH determinará la capacidad para liderar la revolución digital y cultural
  • La revolución digital y cultural es inclusiva y no exclusiva; todos los niveles organizativos pueden (y deben)  jugar un papel fundamental en el proceso de transformación.
  • Es preciso revisar el rol del liderazgo en el proceso de “r-evolución”. La transformación afecta a todos los miembros de la organización pero en organizaciones típica y tradicionalmente jerarquizadas el éxito del proceso de transformación es directamente proporcional al grado de disruptividad de su estilo de liderazgo.
  • Un proceso de transformación digital es probablemente uno de los pilares para afianzar una nueva dimensión en gestión de personas. Si desde RR.HH no se es consecuente con esta aproximación la proposición de valor del área queda en entredicho…

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Son muchos los retos a los que se enfrentan los profesionales del área de RR.HH en estos tiempos de cambio que nos ha tocado vivir, sin duda la  deconstrucción de la propia función y la búsqueda de una nueva propuesta de valor sea uno de ellos, pero es probable que en la medida en que afronten el desafío de liderar el proceso de transformación digital (y cultural) en sus organizaciones estén iniciando en paralelo la reconstrucción de su propia identidad… una identidad que se antoja ubicua, atemporal y como no… digital.

Tecnología Social & Gestión de Capital Humano: 5 Consideraciones clave

3630587687_faf85bcc40Sumergidas en un mar de dudas e incertidumbres, pero conscientes de que hay que ponerse manos a la obra, muchas organizaciones  ya han dado el paso de incorporar la filosofía de la web social de puertas hacia dentro mediante la implantación de una (o varias) redes sociales corporativas internas. En paralelo, y probablemente influenciadas por las empresas que ya cuentan con su propia web social  y por el cada vez más notable eco sobre la necesidad de evolucionar que existe en el mercado, otras empresas se plantean más o menos de forma estratégica empezar a trabajar en esta dirección.

En ambos casos, probablemente nos encontramos ante uno de los retos más apasionantes, y también más estratégicos a los que se enfrentarán las empresas en los próximos años desde una perspectiva de gestión de Capital Humano.

Aunque puede haber tantos escenarios como empresas han llevado a cabo (o se plantean hacerlo) la implantación de la tecnología social, e independientemente de si esta se ha implantado por la visión de un líder (o varios) o por no quedarse atrás en la práctica de moda, estos son algunos rasgos que diagnostican en qué punto se encuentran muchas empresas:

  • Tras realizar la inversión, la usabilidad de la tecnología no es la esperada, o existen dudas acerca de si la inversión merecerá la pena…
  • Los profesionales conocen la existencia de la red y un porcentaje de ellos incluso se han convertido en usuarios de la misma,  pero sin embargo no pueden, no saben (o, en el peor de los casos, no quieren) sacarle partido. En empresas que no cuentan con ella, la duda es qué grado de conocimiento existe al respecto… ¿entenderán nuestros profesionales la tecnología social?
  • Si se cuenta con ella, no se conocen las “reglas del juego” y, si se está pensando en incorporar la tecnología, la organización se pregunta si no será un juego…
  • Si ya se ha implantado…la sensación imperante oscila entre la pérdida de tiempo, la falta de criterio y el uso indebido de la misma, y, si se está pensando en la implantación, estos son precisamente las principales dudas al respecto.
  •  Existe un vacío de poder entorno a quien es el driver principal de esta herramienta que impacta negativamente en la rentabilidad de la misma y que pone en peligro su existencia, o si se está considerando la implantación no se sabe bien quien se responsabilizará del proyecto…

Probablemente habrá más dudas y particularidades en cada empresa, pero este puede ser un diagnóstico más o menos común a muchas de ellas; De ser así, y asumiendo que existe una voluntad real de rentabilizar la tecnología social implantada (o por implantar) orientándola a la gestión de Capital Humano, estas serían 5 consideraciones clave a tener en cuenta para optimizar o rentabilizar la tecnología social desde una perspectiva de gestión de personas.

– Identificación de Drivers y Sponsors. Es esencial que la empresa revise quienes serán o son los principales impulsores de la tecnología social y de la filosofía que conlleva. Esta acción además de vital es prioritaria si se quiere optimizar el potencial de la tecnología social en gestión de RR.HH. Sin una adecuada esponsorización o sin una definición precisa de drivers y líderes formales e informales resultará difícil sacarle partido. El vacío de responsabilidad o la indefinición de roles es la principal causa de mortalidad de la tecnología social.

– Revisión del propósito. Si no está claro, o no ha sido definido previamente, resulta crucial definir y responder el ¿Para qué?, ¿Qué se pretende conseguir en materia de gestión de capital humano a través del uso tecnología social?: aprendizaje, innovación, comunicación… Y… no es una cuestión baladí… sino más bien determinante a la que conviene dedicar tanto tiempo como sea necesario…

– Análisis de Cultura Organizativa y Tecnología Social. Revisado y aclarado el propósito… ¿Existe correlación entre este y los rasgos que caracterizan la  Cultura organizativa? La tecnología social como vehículo de transformación cultural obliga a que ambos elementos correlacionen entre sí; y, en este punto no se debe pasar por alto que la tecnología social desde una perspectiva de gestión de capital humano… otorga a los profesionales el poder del cambio de comportamientos y por tanto de transformación de la cultura.scsb-benefits-whatissocialbusiness

– “Reglas del Juego”  y Arquitectura de Comunidades. Si no se hizo en su momento… identificados drivers y sponsors, revisado el propósito y asumido el efecto en la Cultura, es momento de definir la arquitectura. Las Comunidades serán las nuevas células organizativas que surgirán a través de la tecnología social. Es esencial definir o redefinir qué Comunidades se crearán, de qué tipo, con qué características, que indicadores de negocio llevarán asociados, quien participará en ellas, quien las liderará… Definir las reglas del juego en las Comunidades, es un aspecto crítico para optimizar y rentabilizar el uso de la tecnología social desde una perspectiva de gestión de Capital Humano.

– (Re)-Visión y (Re)-definición del proceso de Comunicación. Identificados los drivers y sponsors, revisado el propósito, analizado el efecto que la tecnología social tendrá en la Cultura y construida la arquitectura y las reglas del juego…es  momento de revisar cómo se llevó o cómo se llevará a cabo la comunicación hacia los profesionales. Es vital entender que un proceso de comunicación inconsistente, no coordinado, no esponsorizado adecuadamente pondrá en riesgo el trabajo desarrollado en los otros factores clave. Es sencillamente imposible que la usabilidad y la rentabilidad de la tecnología social sea correcta si los profesionales no conocen pormenorizadamente todos sus elementos.

La incorporación de la tecnología social a los procesos organizativos supone un antes y un después en materia de Gestión de Capital Humano, representa, sin duda uno de los principales vehículos para evolucionar hacia la Co-Cultura.

La Tecnología Social es determinante en la construcción de un nuevo modelo de gestión de Capital Humano, por ello, RR.HH debe ser su principal sponsor, debe participar activamente en la definición de su propósito, analizar concienzudamente el impacto que la tecnología social tiene en la Cultura Organizativa, asumir su nuevo rol como arquitecto de comunidades y ser el principal agente en su difusión y comunicación.

En la empresa del S.XXI, no existirá Gestión de Capital Humano sin Tecnología Social… y viceversa…

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Rumbo a la Cultura HR 2.0: Las 4 dimensiones

Recientemente he leído  artículos y post realmente interesantes cuyas opiniones abren el debate de cómo integrar en las organizaciones la cultura 2.0, activando entornos colaborativos entre sus empleados. Personalmente me gusta denominarlo “New wave HR 2.0”, concepto que definiría la nueva tendencia de gestión de personas tomando como trasfondo el impacto de las redes sociales o entornos colaborativos virtuales.

Es indudable que la eclosión de las redes sociales obliga a plantearse desde ya, de qué manera las organizaciones deben de instaurar una cultura 2.0 con el objetivo de fomentar estructuras colaborativas aprovechando el tirón que las redes sociales tienen en el exterior de la compañía.

Ciertamente se trata de un cambio de enfoque, un nuevo paradigma  tremendamente atractivo desde la perspectiva de gestión de personas, pero que entraña un reto mucho más profundo tras de sí.

No obstante, y, pese a que es una obviedad la necesidad que tienen las organizaciones de tratar este tema por su actualidad e impacto, he creído conveniente repasar una serie de aspectos que permiten, a mi juicio, abordar esta New wave HR 2.0 desde una perspectiva realista.

1.- Un primer aspecto a tener en cuenta cuando nos referimos a la revolución 2.0 en el seno de las compañías, es el nivel de madurez organizativo que estas presentan. Resulta engañoso pensar que cualquier organización está en disposición de plantearse una transformación cultural 2.0. Creo que es completamente imposible generalizar y que las organizaciones atraviesan diferentes estados evolutivos, que son, los que en última instancia permiten el arraigo de esta New Wave. Así, podría establecerse una especie de clasificación en función del grado de madurez organizativa haciendo una analogía con algunas de las especies de la evolución humana:

– Nivel Australopithecus: Entornos organizativos todavía muy rudimentarios por sus procesos y procedimientos. La organización requiere una profunda evolución cultural antes de tan siquiera comprender el concepto.

– Nivel Habilis: Se trata de organizaciones que han adquirido cierta habilidad y cuya masa gris también ha ido “in crescendo”. Son capaces de plantear pequeñas mejoras a través de una comprensión del enfoque aún muy primaria.

– Nivel Erectus: Organizaciones que poseen una mayor capacidad para comprender el concepto de la New wave HR 2.0. Entienden el reto y han descubierto el fuego. Conocen los entornos virtuales pero no acaban de sacarles partido. Sus procesos aún abordan la transición de manera tímida. No dominan las herramientas, pero están cerca de hacerlo.

– Nivel Sapiens: Entornos organizativos avanzados. Que dominan el concepto y están en disposición de integrar el enfoque HR 2.0 generando entornos colaborativos sabiendo la problemática de su implantación y sus potenciales virtudes. Tienen una capacidad total para gobernar un cambio cultural auspiciado por la revolución originada por las redes sociales.

2.-  La propia estructura de la organización permitirá la instauración más o menos sencilla de la cultura 2.0 y de un entorno colaborativo real. Existen dos ejes que condicionaran la transformación:

a) Nivel de delimitación del contenido de los puestos de trabajo: Si nos encontramos ante organizaciones del tipo “square” gobernadas de manera rígida por las descripciones de puestos que delimitan a la perfección las tareas y responsabilidades del staff, resultará muy complicado implantar una cultura 2.0, dado que esta requiere de definiciones de puestos mucho más “relajadas”.

b) Verticalidad-Horizontalidad de la estructura. Una estructura típicamente vertical con líneas de reporting estrictamente definidas y procesos de toma de decisiones top-down dificultarán el desarrollo de una cultura 2.0 de manera ágil y efectiva, en tanto en cuanto la participación y aportación de los empleados está supeditada al criterio del superior inmediato. Por el contrario, aquellas organizaciones que hayan reducido el número de niveles, y se hayan “aplanado” serán un caldo de cultivo mucho más propicio para que una cultura colaborativa asociada a la participación abierta de sus empleados en redes sociales tenga lugar y se implante más rápidamente.

3.-  Otro aspecto extremadamente relevante y que trasciende al nivel evolutivo de cada organización es el estilo de liderazgo que impere en la cúpula directiva. En este sentido, podemos encontrarnos con “Organizaciones Sapiens” pero que sin embargo son  gestionadas por un estilo de liderazgo tradicional y/o autocrático. Resultará difícil por lo tanto que la organización en su conjunto, pese a estar preparada evolutivamente, pueda desarrollar el modelo,  su liderazgo le condiciona y ejercerá de freno de mano.

Por el contrario, puede producirse el efecto contrario, “Organizaciones Australopithecus” que cuenten en sus filas con líderes de primer y segundo nivel que gracias a su visión y comprensión del concepto 2.0, tomen las riendas de la transformación cultural de la organización hasta llevarla al punto necesario.

Parece lógico pensar que la visión con la que un líder enfoque la pertinencia de transformar la cultura organizativa para que esta  adapte sus procesos y estructura al entorno 2.0, tendrá un impacto sobresaliente.

4.- Un factor determinante será el papel que juegue dentro de la organización la función de la gestión de personas. La forma en la que el área de HR interprete la partitura de la cultura 2.0 supondrá un punto de inflexión para su desarrollo.

Un área de HR agnóstica ante esta New wave limitará al máximo su implementación en la organización independientemente del grado de madurez evolutiva de la misma y siendo relativamente irrelevante el estilo de liderazgo de la cúpula ejecutiva. En estas situaciones, parecería lógico pensar que la alta dirección optase por reciclar el área en pos de la instauración de la cultura 2.0.

Por el contrario, un área de HR convencida de la necesidad de adaptar los procesos organizativos y de transformar la cultura de la organización, actuará como palanca de cambio para introducir el nuevo estilo de gestión de personas, desarrollando entornos colaborativos a través de la utilización y, lo más importante, la optimización de las redes sociales.

La competencia de impacto e influencia en el área de HR y sus directivos es un pilar básico para liderar la transformación cultural necesaria. Será responsable de evidenciar la necesidad del cambio, analizando el nivel evolutivo del entorno y sopesando en qué medida el estilo de liderazgo y la estructura organizativa existente puedan ejercer de freno o por el contrario de facilitadores.

Sin duda, existirán otras variables a tener en cuenta, pero revisar en profundidad el status quo de estas cuatro dimensiones en cualquier organización es un ejercicio que debe llevarse a cabo para determinar si efectivamente puede abordarse una transformación cultural 2.0 con garantías de éxito. Quizás la organización no esté preparada para ello, por la combinación de varias de esas dimensiones, o quizás el peso de alguna de ellas, léase, el estilo de liderazgo o el nivel de influencia de HR permitan plantear la transformación cultural 2.0 introduciendo progresivamente el concepto.

La New wave HR 2.0 es un hecho, ha llegado para instalarse antes o después en todas las organizaciones y como profesionales de RRHH tenemos que estar preparados para abordar el debate, incluso liderarlo, internamente. Creo que es un cambio organizativo tan fascinante que justifica la extensión de esta entrada y que me animará muy seguramente a dedicarle más líneas en el futuro.

 

 

 

 

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