Sobre personas y organizaciones

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Arquitectos de Conversaciones: la reconstrucción de RR.HH

En la era del conocimiento la competitividad de una organización en el mercado residirá en su capacidad para promover la inteligencia colectiva.

La clave del éxito de una empresa residirá en la conexión del Talento y el Conocimiento.

La supervivencia de las organizaciones dependerá de su capacidad para promover y fomentar la libre circulación de ideas.

La Tecnología social será la principal palanca de cambio y transformación organizativa…

El Liderazgo transformador será un diseñador de organizaciones abiertas.

Se trata efectivamente de cinco afirmaciones que describen una nueva forma de hacer gestión y que evidentemente implican un cambio de paradigma.

work-in-progress1 (1)No se trata de hacer demagogia barata. El marco organizativo en el que nos encontramos es cada vez más exigente, permite menos licencias y representa una cada vez más afilada espada de Damocles para aquellas organizaciones reactivas al cambio. La transformación y evolución organizativa deben convertirse en prioridades estratégicas, de lo contrario, los caprichosos vaivenes de un mercado impredecible, hiper-competitivo y cada vez más dinámico pondrán en evidencia y en serios problemas a aquellas empresas que ralenticen su evolución. En resumen, no estamos, ni estaremos precisamente ante un caldo de cultivo adecuado para empresas reactivas a la transformación.

Construyendo la Transformación…

La incertidumbre, la volatilidad y la glocalización han demolido la estabilidad del mercado. Las organizaciones deben reconstruir sus hasta ahora robustos pilares, ahora sin embargo frágiles para soportar el peso de los cambios tecnológicos y socio-empresariales. El Liderazgo debe asumir un rol de diseñador de organizaciones ágiles, flexibles y dinámicas. Por lo tanto, Inteligencia Colectiva, Conocimiento y Talento conectado, Libre Circulación de ideas y Tecnología Social serán materiales clave en la construcción de un modelo que, no lo olvidemos, permitirá a estas empresas no solo sobrevivir en el mercado sino adquirir una clara ventaja competitiva al desarrollarse como organizaciones abiertas y conectadas… al conocimiento.

Pero la transformación organizativa pasa inevitablemente por la transformación de los comportamientos de sus profesionales. Las personas, sus interacciones… en definitiva, sus conversaciones y diálogos adquirirán un papel determinante en la evolución de este modelo. Las conversaciones y las ideas que emanen de estas, serán la quinta esencia de la construcción del nuevo paradigma de gestión. Las conversaciones son la materia prima esencial de la transformación.

Teniendo en cuenta lo anterior, la lógica aplastante debería dirigir nuestra mirada hacia la función de RR.HH. quien se enfrenta a uno de sus principales retos históricamente: Liderar su propia transformación para acompañar y dinamizar la necesaria evolución organizativa.

5816765320_ffe4d28c70Arquitectura de Conversaciones: Una nueva funcionalidad de RRHH para la generación de valor genuino.

En un entorno en plena construcción, la función de RR.HH. contribuirá a la transformación en tanto en cuanto adquiera nuevas funcionalidades, en la medida en que se convierta en un Arquitecto de conversaciones.

¿Pero, en que consiste esta nueva funcionalidad de RR.HH clave para la propia evolución de la función y a su vez para la transformación organizativa?  ¿De qué manera contribuirá a la generación de valor genuino para el negocio? Se trata de una funcionalidad emergente, reclamada por las nuevas condiciones del mercado y por el progresivo avance de la tecnología social como vehículo de cambio al servicio de la función de RRHH; Un rol en fase de definición pero que es conveniente ir perfilando. Estos serán algunos de sus rasgos de identidad y principales cometidos:

Construirá los espacios organizativos necesarios para que las conversaciones sucedan de forma dinámica y eficaz, lo que implicará flexibilizar y relajar espacios y procesos estancos que ejerzan de muro de contención al desarrollo de conversaciones fluidas.

Impulsará el modelo de liderazgo transformador como mecanismo que liberaliza la auto-asignación de responsabilidades, y que permite por lo tanto multiplicar exponencialmente el tráfico de conversaciones.

Participará en el diseño de Comunidades: las nuevas células organizativas emergentes tras la incorporación de la filosofía 2.0 en forma de redes sociales corporativas internas que representarán el hábitat natural de un arquitecto de conversaciones.

Será un provocador de conocimiento. Un arquitecto de conversaciones tiene presente el propósito de la conversación, no estamos ante un moderador de tertulias de sobremesa, sino ante un dinamizador de conversaciones que se producen por y para la generación de valor en el seno de Comunidades.

Dinamizará y fomentará la participación y el diálogo entre todos los stakeholders con capacidad para generar conocimiento a través de las conversaciones que tengan lugar dentro o fuera de las comunidades.

Diseñará los procesos organizativos necesarios para asegurar que las ideas que emanen de las conversaciones viajen de forma rápida y se traduzcan en nuevos productos y servicios.

Analizará los indicadores asociados a la actividad conversadora: temáticas, frecuencia de interacción, recurrencia, grado de penetración y acogida de contenidos que le permitirán construir la arquitectura de conversaciones más adecuada para el negocio.

Se encargará de fomentar la filosofía wiki (agilidad, informalidad, autenticidad, integridad, añadir valor genuino) entre los profesionales que formen parte activamente de las conversaciones en la empresa.

Será un conector de Talento-Personas, Conocimiento y Objetivos de Negocio a través del lanzamiento, monitorización y seguimiento de conversaciones y diálogos.

2945445895_d30f74220cLa función de RR.HH tiene ante sí la posibilidad, o más bien necesidad, de adaptar su funcionalidad a una realidad organizativa que progresivamente va reclamando una forma de aportar valor diferente. Sería un error de principiante quedarse en la superficialidad de un término que destila posmodernidad y que suena atractivo.

En un entorno empresarial en el que la generación de conocimiento es uno de los factores más determinantes para la supervivencia y la diferenciación en el mercado, no deberíamos banalizar la arquitectura de conversaciones, sino otorgarle un peso específico considerable ya que la generación, difusión y conexión del conocimiento e ideas extraído de conversaciones  supondrá una de las claves del éxito de la empresa del S.XXI

 

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RR.HH: De la Insoportable Levedad a la Incuestionable Gravedad

moonLa reflexión que pretendo elaborar en esta entrada se prestaba a utilizar (aunque solo parcialmente), el título de la novela de Milan Kundera: La insoportable levedad del ser; Sin embargo, se trata de un título que acertadamente ya ha utilizado una excelente profesional y gran amiga como es Sonia Rodríguez Muriel. Si no leísteis en su momento su reflexión os invito a que lo hagáis porque está estrechamente relacionada con el trasfondo de este post.

Afortunadamente cada vez soy participe, cómplice y en ocasiones responsable de más conversaciones, foros y debates en los que la palabra más utilizada cuando nos referimos a la función de RR.HH. es transformación. Y es que, el concepto está de moda. Una moda, marcada por el entorno social, tecnológico y general en el que vivimos. La palabra transformación está tan en boga que empiezo a pensar que realmente ya no se trata de una moda sino de una realidad.

En este entorno caracterizado por el cambio, la incertidumbre y la volatilidad extrema de los mercados, cada vez más conversaciones y debates giran en torno a cómo la función de RR.HH. debe acompañar y ser partícipe de esa transformación organizativa.

Aunque abordamos un reto complejo, paradójicamente la solución es bien sencilla: la única forma en la que la función de gestión de Personas puede acompañar esta transformación es… cambiando y transformándose en sí misma.

Sin duda un reto mayúsculo, de proporciones descomunales para una función y rol organizativo al que las circunstancias del mercado y de las organizaciones le han colocado en una compleja encrucijada.

Paradójicamente, el ejecutor de los ajustes organizativos en forma de expedientes de regulación de empleo, congelaciones salariales, contención de medidas de dimensionamiento del Capital Humano y resto de medidas de urgencia extrema encaminados a paliar la hemorragia de las cuentas de resultados…  fueron paulatinamente ejecutando su propia aportación de valor.

No ha sido un camino sencillo, más bien todo lo contrario. Era preciso demostrar que la función de RR.HH. era sensible al negocio, ya que habíamos luchado muchos años por hacernos valer como Business Partner, Socio estratégico y aliado máximo del mismo; del tal manera que esa comprensión del negocio nos obligaba a comprender la  necesidad de tomar decisiones ingratas, amargas, incluso obscenas en pos de la supervivencia del mismo.

RR.HH. tuvo que hacer lo que el negocio requería y exigía para sobrevivir… y no creo que  el acto en sí mismo de llevar a cabo acciones para asegurar la supervivencia de la empresa (en todo caso el cómo se conduce el proceso…) sea un hecho cuestionable o reprobable… ya que, en cualquier circunstancia, la obligación de la función de RR.HH. es mirar, observar y comprender su razón de ser en el marco de una actividad empresarial cuyo fin, no lo olvidemos, es generar valor.

Sin embargo, a lo largo de este amargo e ingrato proceso, y, también paradójicamente, la gravedad de las circunstancias hizo que al mismo tiempo fuésemos progresivamente perdiendo la masa y el peso específico que nos apegaba al suelo que representaba el negocio. Nuestra pérdida de gravedad en términos físicos, se fue tornando en levedad…manzana

La gravedad  de las medidas y acciones que permitían que el negocio siguiese respirando… implicaban en muchos casos la reducción del peso específico que habíamos ganado con mucho esfuerzo y durante mucho tiempo para que fuésemos percibidos como incuestionables…;  de esta suerte, muchos departamentos de RR.HH. se acostumbraron a ser insoportablemente leves, prescindibles, incluso innecesarios.

Sin embargo, todo este viacrucis, los latigazos de la realidad y un cada vez mayor nivel de autocrítica no han sido en balde. No tenemos más opción que asumir nuestra transformación como función organizativa.

Esta consciencia de cambio está cada vez más presente en muchos profesionales de RR.HH. que entienden que nuestra realidad social, tecnológica y organizativa nos ha empujado inexorablemente a ponernos frente al espejo y preguntarnos cómo recuperar de nuevo nuestro peso específico… cómo ganar la masa suficiente para que nuestra actividad vuelva (o…quizás comience…) a aportar valor genuino al negocio, a ese negocio que representa el suelo que nos atrae y al que siempre debimos de estar pegados…

Abandonar la insoportable levedad a la que nos arrastró la realidad (y… quizás también una mezcla de exceso de ego y complejo de inferioridad al mismo tiempo),  pasa por asumir nuestra incuestionable gravedad como función en un marco en el que RR.HH. se transformará en base a una nueva realidad, un nuevo entorno, donde seremos SocialNetworkers, Human Knowledge Managers, Arquitectos de Conversaciones, Gestores de Comunidades e impulsores de modelos de Liderazgo distribuido… o, sencillamente… no seremos.

La gestión de personas en las organizaciones debe recuperar su incuestionable gravedad en un entorno en el que la persona es cada vez más el artífice del cambio y por lo tanto de la generación de valor… en un entorno en el que… como dice la canción…ya nada volverá a ser como antes…

 

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Del mito de la Organización 2.0 al Mestizaje Organizativo

2152149283_d3a6b5a401Cada vez son más las organizaciones y directivos que se cuestionan ¿Qué está pasando?, ¿A qué tipo de cambios se enfrentan ellos mismos  y la organización que gestionan?, ¿Cómo impactarán todos estos cambios tecnológicos y sociales en la gestión de su capital humano?… Se empieza incluso a dudar de que “esto” sea algo más que una moda. Y es precisamente la duda razonable de que no lo sea la que les empieza a guiar hacia los debates, foros, encuentros, charlas, etc, en los que compartir sus dudas (razonables) e inquietudes con otros colegas y directivos…

El resultado de este nivel de inquietud in crescendo es que muchas organizaciones comienzan a incorporar en sus modelos de gestión, en sus estructuras organizativas, en sus modelos de liderazgo, y en sus prácticas en gestión de capital humano, elementos, iniciativas, procesos, proyectos y conceptos que se incrustan en lo que ha venido siendo el sistema nervioso central y la estructura óseo-organizativa habitual.

Desmitificando la Organización 2.0

Aunque resulta apasionante proyectar cómo será el futuro del trabajo en unos años, cómo se desarrollarán las relaciones intra-profesionales, cómo funcionarán los engranajes internos de una empresa, cómo esta se relacionará con sus diferentes  entornos y stakeholders teniendo en cuenta los cambios socio-demográficos (Generaciones Y, X y Millenials), tecnológicos (Web social) y económicos (globa y glocalización) que nos impactan a diario…. No resulta menos importante observar el efecto que todos estos cambios están produciendo en nuestras empresas a día de hoy.

Aunque a estas alturas de la película pueda sonar extraño o provocador, creo que la Organización 2.0 no existe… es más, creo que acuñar la etiqueta 2.0 puede generar más confusión que beneficio a aquella empresa y profesionales que se plantean su evolución. Incluso el mero hecho de declararse “aspirante” a empresa 2.0 puede llegar a ser contraproducente, haciendo que se ponga foco en alcanzar la etiqueta, el galardón, en lugar de concentrar los esfuerzos en llevar a cabo una evolución organizativa que sirva a los intereses de la empresa: la generación de valor en un contexto, mercado y entorno sustancialmente diferente.

Sigue habiendo una gran confusión al respecto de lo que representa el concepto 2.0 en términos de evolución organizativa y con demasiada frecuencia se tiende a equiparar una empresa 2.0 con una organización tecnológicamente avanzada, que hace acopio de followers y likes… cuando en realidad, la tecnología no es más que una palanca (poderosa eso sí…) al servicio de la evolución organizativa…que lleva a cabo…no lo olvidemos, el capital humano de la empresa.

El concepto 2.0 ha ganado peso como un concepto fashion. Manejar el discurso 2.0 es estar a la última y no hacerlo te cataloga como un profesional del pleistoceno; cuanto más leña se arroja al fuego del concepto 2.0 (en su acepción distorsionada), mayor es la humareda que impide ver la esencia originaria de ese concepto que sintetiza la construcción de un nuevo paradigma de management en el que la tecnología es la principal aliada de la transformación cultural necesaria para adaptarse a un nuevo ecosistema.

No existen las empresas 2.0, existen empresas con mayor o menor voluntad de transformación y con mayor o menor resistencia a esa voluntad de cambio. No existen profesionales 2.0, sino profesionales que interpretan o no la partitura de su propia evolución en un entorno laboral diferente, hostil, incierto, convulso… No existen Organizaciones (ni profesionales) 1.3… ni 2.4… y si existiesen… tampoco lo sabríamos; entre otras razones porque aún no se ha desarrollado una escala que cuantifique con un mínimo de rigor en qué nivel de transformación se encuentra cada organización y/o los profesionales que forman parte de ella; Y…yendo más allá, aunque existiese semejante escala de medición, ¿de que serviría saberse 1.6 o 1.4?… ¿Marketing? ¿Rankings?…

9028460Mestizaje e Hibridación Organizativa

Lo que es indudable es que la creciente inquietud a la que me refería arriba, hace que cada vez más empresas estén introduciendo conceptos en forma de proyectos que impactan de lleno en sus procesos y estructuras organizativas y que, lógicamente impactan igualmente en el modo en el que sus profesionales se relacionan entre sí, en como comparten información, en cómo abordan su relación con clientes, proveedores y partners… quienes por su parte, también se están transformando…

Al desmitificar el concepto de organización 2.0… descubrimos que nos encontramos ante organizaciones híbridas, empresas mestizas. Organizaciones tradicionales que impulsan (y permiten) la evolución de nuevas tipologías de profesionales como Socialnetworkers, Troyanos o Pionners;  Empresas que a base de implantar redes sociales corporativas están sentando las bases de  una Co-Cultura basada en la Conectividad, Cooperación, Conversación y Colaboración; Organizaciones que empiezan a re-generar y construir su conocimiento mediante una estructura de células organizativas denominadas Comunidades; Empresas que identifican profesionales capaces de liderar este cambio dando lugar a un incipiente estilo de Liderazgo Transformador, líquido, distribuido que utiliza la innovación continua o disruptiva cómo palanca de gestión del cambio…

En definitiva… Organizaciones que al mezclar los rasgos tradicionales de su gestión, procesos y comportamientos con esta amalgama de nuevos conceptos, dan lugar a empresas híbridas, organizaciones mestizas que ven cómo su estructura genética primaria se modifica al incorporar nuevos elementos propios de otras especies organizativas.

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Desconozco cómo será la empresa del futuro, pero sin duda son estas Organizaciones Híbridas las que habitamos la mayoría de profesionales hoy en día. Empresas que han mezclado sus procesos habituales y sus señas de identidad históricas dando lugar a otro tipo de empresa diferente de la que fue hace tan solo unos años… pero que también es diferente de la que será en un futuro cercano…

Es este contexto actual y presente de organizaciones híbridas, mestizas el que debe definir los retos más inmediatos en gestión de Capital Humano… porque aunque no representan el futuro del trabajo son sin duda la antesala del mismo…

 Image Source: Google

Las EMPRESAS son las PERSONAS

People running on cogsEn repetidas ocasiones y en diferentes artículos de este blog me he centrado en resaltar y destacar la medida en como nuestras organizaciones se encuentran en un profundo proceso de transformación y cambio, un proceso que no tiene marcha atrás.

La tecnología sin duda está jugando un papel crucial como acelerador de este proceso de transformación y actuará como palanca del cambio. Sin embargo, sigo pensando que el elemento esencial dentro de este proceso de metamorfosis son las personas.

Por este motivo estoy absolutamente convencido del papel crucial y determinante que la función todavía hoy llamada, de Recursos Humanos, jugará en la construcción de los nuevos modelos de empresas y organizaciones. Y lo hará, desde su propia transformación. La lógica es aplastante. Si las personas son los actores principales, por encima de los avances tecnológicos, de llevar a cabo este proceso de transformación, no es descabellado pensar que  la función organizativa que se encarga de trabajar con las Personas (permitidme evitar el término “Gestión” en este punto) adquiera un papel igualmente principal, cuando no de Director o Productor de la transformación.

Muchas de mis conversaciones con colegas de profesión giran en torno a la necesidad imperiosa de que todos aquellos que trabajamos con, por y para las personas en las Organizaciones entendamos que nuestro rol será crucial y determinante como co-productores de esa transformación que tendrá en los profesionales a sus actores principales. Sin embargo, adoptar ese rol por parte de los profesionales que trabajamos con, por y para personas, requiere inevitablemente que nosotros mismos vivamos ya no en paralelo, sino con antelación nuestra propia transformación y redefinición.

Las organizaciones necesitarán que aquellos que trabajen, por y para personas se conviertan en algo más que meros gestores de todos los procesos convencionales que han caído bajo el paraguas de la conocida función de RR.HH. La gestión de procesos de identificación del talento, valoración de puestos, compensación y beneficios, reclutamiento, formación, y así un largo etcétera, no será suficiente. El profesional que trabaje por y para personas en la organización hacia la que nos dirigimos, deberá concebirse como un facilitador, como un socialnetworker, como un agente facilitador del cambio, como un impulsor del conocimiento… ojo, todo ello, con el claro y nítido objetivo de la generación de valor en la cuenta de resultados, que no olvidemos, seguirá siendo el objetivo primordial también de las nuevas formas y estructuras organizativas.

No es un tema menor el de la transformación de las habilidades del profesional de RR.HH. de hoy. Esta transformación implica la adopción de un nuevo leit motiv que busque la generación de valor poniendo el foco en algo que trasciende la gestión de procesos convencionales de RR.HH.

Muchos profesionales del área, conscientes de lo relevante que será su papel en las nuevas formas de hacer empresa ya han iniciado su propio proceso de transformación. Sin embargo, conviene reflexionar sobre los profesionales que a fecha de hoy se están preparando y cualificando para llevar a cabo el ejercicio de su actividad trabajando por y para las Personas en la Organización del S.XXI.

Estoy acostumbrado a ver programas curriculares de todo tipo de instituciones, entidades y escuelas de negocio dirigidos a jóvenes profesionales que quieren profundizar y desarrollarse en el área de RR.HH., pero recientemente me ha llamado positivamente la atención el enfoque que La Universidad de Navarra ha desarrollado para el Master en Dirección de Personas en las Organizaciones.MASTER UNAV

En la línea de la necesaria transformación o redefinición del rol de los profesionales que trabajaran por y para las personas en las organizaciones, me ha llamado la atención positivamente por los siguientes aspectos…

1.- Incorpora y ensalza el concepto Persona versus Recursos Humanos. Sin duda un indicador de que la Persona es mucho más que un recurso en las Organizaciones, más bien, el elemento que hace que las empresas tengan sentido.

2.- Además de desarrollar los procesos y conceptos “tradicionales”,  que no olvidemos, no desaparecerán de la noche a la mañana y deberán seguir siendo gestionados desde las, denominémoslas…”Áreas de Personas”, se  profundizará en las áreas de dirección de negocios y de gestión de la innovación.

Un enfoque interesante, ya que, uno de los aspectos habitualmente criticado de la llamada función de RR.HH. y que la ha ido estigmatizando con el paso del tiempo es su dificultad para estar cerca del negocio. Y es que, el área de trabajo con Personas, no debería ser nunca más considerada un área de “soporte” al negocio, tanto como una parte más del mismo.

No menos acertado resulta incorporar la gestión de la innovación. Y es que, más allá de lo “cool” que resulte hablar de innovación hoy en día, lo cierto es que, en el marco del proceso de transformación y cambio, la innovación jugará un papel crucial. No se tratará de si innovar o no, sino de hacerlo más rápido que la competencia. Por lo tanto, las empresas deberán poner su foco en la comprensión de los procesos de innovación  a través de las personas como catalizadores de la misma, y, para ello, aquellos que trabajen por y para las personas deberán ser impulsores de la innovación a través de ellas.

3.- Y, finalmente, otro aspecto a destacar: sus participantes contarán con el apoyo de un coach personal, que les acompañará durante su proceso de aprendizaje permitiéndoles desarrollar y trabajar sobre las competencias necesarias para el ejercicio de su actividad como profesionales que trabajarán con, por y para personas… Más allá de la conveniencia de que cualquier profesional que trabaje con personas adquiera  y aplique la metodología del Coaching para el desarrollo de sus colaboradores, pares o superiores, desde luego es acertado que aquellos que trabajarán para las personas experimenten los beneficios de un programa de Coaching en el marco de su preparación; esto les permitirá no solo trabajar y mejorar sus competencias, sino interiorizar y vivir en primera persona la potencia en el desarrollo de Personas de una metodología como el Coaching.

Creo que la Universidad de Navarra a través de su Programa de Dirección de Personas ha sabido interpretar la partitura del cambio, en primer lugar ensalzando el concepto Persona, en segundo lugar incorporando la dirección de negocio y la gestión de la innovación como partes fundamentales, y en tercer lugar, introduciendo el Coaching como metodología para el desarrollo de sus participantes.

La evolución y rediseño de la forma de aportar valor de los profesionales del Área de Personas está en manos de los propios profesionales que ya “ejercen” ese rol, pero también lo está en manos de todas aquellas entidades, escuelas de negocio, universidades, etc que se están encargando de preparar a la cantera que trabajará en la Gestión de Personas en el medio y largo plazo. En definitiva, se trata de sentar las bases de los aspectos que marcarán la aportación de valor de los futuros profesionales del área de Personas que son, en última instancia quienes forman las Empresas.

Photo: ©iStockphoto.com/Dan Tero

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No habrá cambio sin compromiso: 10 +1 comportamientos de ayer, hoy y siempre

pinya-castellera1-300x300Progresivamente más y más empresas entienden que los modelos y paradigmas en los que se apoyaban para construir su gestión de RR.HH. chirrían y provocan ruido en la acústica organizativa, los tradicionales procesos y procedimientos ahora resultan notas discordantes en el nuevo marco que se está desarrollando. Es hora de acompañar el cambio a través de la innovación en gestión de personas…

Mientras todo esto sucede, conseguir el compromiso de la organización sigue siendo la búsqueda del santo grial de la mayoría de directivos y departamentos de RR.HH., quienes, en muchos casos obligados por las circunstancias, se han pasado de frenada desequilibrando notablemente la balanza entre lo exigido y lo ofertado…

El resultado: organizaciones mermadas en sus recursos, colaboradores pasados de vuelta mirando al cielo a ver si escampa o con la cabeza bajo tierra para no ser los siguientes en visitar el paredón del ajuste organizativo, managers que se encogen de hombros, talento y potencial en estampida y directivos que se llevan las manos a la cabeza preguntándose si es posible poner freno a este sinsentido y desorden que desangra su capital humano, mientras reclaman a sus departamentos de RR.HH. fórmulas magistrales para salir del atolladero de la desmotivación. Vamos…un auténtico drama.

Pero no todo está perdido…aún extenuados en el proceso de búsqueda de soluciones exotéricas que invoquen de nuevo el buen rollo y despierten el compromiso de la organización, líderes, managers y, en general, cualquier profesional con responsabilidad sobre personas deben activar o re-activar (si es que dejaron de hacerlo) los siguientes comportamientos que fueron, son y serán diferenciales cuando se trata de impulsar el compromiso…

10 + 1 comportamientos de ayer, hoy y siempre…

Preocúpate de conocer a tu gente. Quienes son, sus hobbies y aficiones, que les importa, sus anhelos y expectativas, sus preocupaciones…tanto profesionales como personales, pregúntales que tal les va y que necesitan…

Muéstrate cercano… date a conocer, deja entrever que hay detrás de esa careta de Líder y Manager que las circunstancias te han otorgado. Tu equipo necesita saber que eres humano…

Practica la honestidad como un principio irrenunciable. No ocultes la realidad, ni la maquilles, aunque pueda parecer increíble, a la gente no le gusta sentirse engañada o estafada…

Trata a tus colaboradores con el máximo respeto siempre por encima de las circunstancias. Destierra el menosprecio y actúa siempre con una ética intachable…

Se humilde, ser líder o manager no te otorga la sabiduría total. Asumir que siempre existe la posibilidad de aprender algo de la gente que te rodea es contrario a nuestro ego…pero es una práctica que estimula el compromiso; permítete aprender de los demás a través de tu humildad…

No castigues los errores, son una fuente inagotable de crecimiento. Cuando penalizas el error aniquilas el compromiso. Invierte la tendencia y fomenta la cultura del aprendizaje junto a tus colaboradores…es un tópico, pero necesario, transforma el error en oportunidad de aprendizaje, no lo verbalices solamente…hazlo!

Crea un entorno de confianza a tu alrededor. Deja que tus colaboradores se acerquen a tí… hazles sentir cómodos preguntándote, consultándote, incluso “molestándote”…Establece este compromiso contigo mismo para generar compromiso en tu organización o equipo…

Dales espacio y libertad para hacer las cosas a su manera, con su estilo, con sus peculiaridades, no trates de estandarizar. En la diversidad está la riqueza de los equipos y las organizaciones. Ofrece tu punto de vista pero no lo impongas a menos que quieras aniquilar el compromiso.

-No tengas ninguna duda…, tu papel como líder o manager es estar al servicio de tus colaboradores y no al revés. No hay mecanismo más poderoso para generar compromiso que ponerse al servicio del otro… sin duda mucho más efectivo que tratar de poner los demás a tus pies.

Ofrece reconocimiento ante los logros y alcances de tus colaboradores y equipo… aunque estos sean pequeños y puedan parecerte insignificantes. No hace falta que des un cheque en blanco, quizás es suficiente con un: “Buen trabajo!” o con un siempre efectivo y afectivo “Gracias!”… recompensa los progresos y hazlo con frecuencia…

Reconoce tus limitaciones y muéstrate imperfecto, en el fondo todos lo somos, aunque nuestro ego frente al espejo nos recuerde cada mañana lo excepcionales que somos…y nos invite a ocultarlo. Tu equipo necesita saber de qué eres capaz pero también de que no lo eres…

Acostumbro en otras reflexiones a proyectar e imaginar cómo será la gestión de personas en un futuro cada vez más presente. Me seduce la idea del cambio y la transformación a la que se ven avocadas los profesionales y las empresas fruto de los vaivenes sociales y tecnológicos que nos embisten sin contemplaciones…

Intento explicar cómo la gestión del conocimiento en la empresa del S.XXI tendrá lugar en comunidades, trato de describir las competencias del liderazgo transformador que arraigará en el S.XXI, construyo genéticamente el ADN de nuevas tipologías de profesionales: troyanos, socialnetworkers, know-mads y trato de dibujar como serán las interacciones profesionales dentro de unos años… pero ninguno de estos escenarios y planteamientos será posible sin un elevado nivel de compromiso por parte de los profesionales que hacen la empresa cada día…

La transformación cultural y organizativa a través de la innovación en gestión de personas es ya un imperativo… pero no nos auto engañemos…es conveniente y preciso que cualquier líder o manager revise en qué medida pone en práctica estos comportamientos de ayer, de hoy y de siempre…ya que, sencillamente, no habrá cambio sin compromiso.

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