Sumergidas en un mar de dudas e incertidumbres, pero conscientes de que hay que ponerse manos a la obra, muchas organizaciones ya han dado el paso de incorporar la filosofía de la web social de puertas hacia dentro mediante la implantación de una (o varias) redes sociales corporativas internas. En paralelo, y probablemente influenciadas por las empresas que ya cuentan con su propia web social y por el cada vez más notable eco sobre la necesidad de evolucionar que existe en el mercado, otras empresas se plantean más o menos de forma estratégica empezar a trabajar en esta dirección.
En ambos casos, probablemente nos encontramos ante uno de los retos más apasionantes, y también más estratégicos a los que se enfrentarán las empresas en los próximos años desde una perspectiva de gestión de Capital Humano.
Aunque puede haber tantos escenarios como empresas han llevado a cabo (o se plantean hacerlo) la implantación de la tecnología social, e independientemente de si esta se ha implantado por la visión de un líder (o varios) o por no quedarse atrás en la práctica de moda, estos son algunos rasgos que diagnostican en qué punto se encuentran muchas empresas:
- Tras realizar la inversión, la usabilidad de la tecnología no es la esperada, o existen dudas acerca de si la inversión merecerá la pena…
- Los profesionales conocen la existencia de la red y un porcentaje de ellos incluso se han convertido en usuarios de la misma, pero sin embargo no pueden, no saben (o, en el peor de los casos, no quieren) sacarle partido. En empresas que no cuentan con ella, la duda es qué grado de conocimiento existe al respecto… ¿entenderán nuestros profesionales la tecnología social?
- Si se cuenta con ella, no se conocen las “reglas del juego” y, si se está pensando en incorporar la tecnología, la organización se pregunta si no será un juego…
- Si ya se ha implantado…la sensación imperante oscila entre la pérdida de tiempo, la falta de criterio y el uso indebido de la misma, y, si se está pensando en la implantación, estos son precisamente las principales dudas al respecto.
- Existe un vacío de poder entorno a quien es el driver principal de esta herramienta que impacta negativamente en la rentabilidad de la misma y que pone en peligro su existencia, o si se está considerando la implantación no se sabe bien quien se responsabilizará del proyecto…
Probablemente habrá más dudas y particularidades en cada empresa, pero este puede ser un diagnóstico más o menos común a muchas de ellas; De ser así, y asumiendo que existe una voluntad real de rentabilizar la tecnología social implantada (o por implantar) orientándola a la gestión de Capital Humano, estas serían 5 consideraciones clave a tener en cuenta para optimizar o rentabilizar la tecnología social desde una perspectiva de gestión de personas.
– Identificación de Drivers y Sponsors. Es esencial que la empresa revise quienes serán o son los principales impulsores de la tecnología social y de la filosofía que conlleva. Esta acción además de vital es prioritaria si se quiere optimizar el potencial de la tecnología social en gestión de RR.HH. Sin una adecuada esponsorización o sin una definición precisa de drivers y líderes formales e informales resultará difícil sacarle partido. El vacío de responsabilidad o la indefinición de roles es la principal causa de mortalidad de la tecnología social.
– Revisión del propósito. Si no está claro, o no ha sido definido previamente, resulta crucial definir y responder el ¿Para qué?, ¿Qué se pretende conseguir en materia de gestión de capital humano a través del uso tecnología social?: aprendizaje, innovación, comunicación… Y… no es una cuestión baladí… sino más bien determinante a la que conviene dedicar tanto tiempo como sea necesario…
– Análisis de Cultura Organizativa y Tecnología Social. Revisado y aclarado el propósito… ¿Existe correlación entre este y los rasgos que caracterizan la Cultura organizativa? La tecnología social como vehículo de transformación cultural obliga a que ambos elementos correlacionen entre sí; y, en este punto no se debe pasar por alto que la tecnología social desde una perspectiva de gestión de capital humano… otorga a los profesionales el poder del cambio de comportamientos y por tanto de transformación de la cultura.
– “Reglas del Juego” y Arquitectura de Comunidades. Si no se hizo en su momento… identificados drivers y sponsors, revisado el propósito y asumido el efecto en la Cultura, es momento de definir la arquitectura. Las Comunidades serán las nuevas células organizativas que surgirán a través de la tecnología social. Es esencial definir o redefinir qué Comunidades se crearán, de qué tipo, con qué características, que indicadores de negocio llevarán asociados, quien participará en ellas, quien las liderará… Definir las reglas del juego en las Comunidades, es un aspecto crítico para optimizar y rentabilizar el uso de la tecnología social desde una perspectiva de gestión de Capital Humano.
– (Re)-Visión y (Re)-definición del proceso de Comunicación. Identificados los drivers y sponsors, revisado el propósito, analizado el efecto que la tecnología social tendrá en la Cultura y construida la arquitectura y las reglas del juego…es momento de revisar cómo se llevó o cómo se llevará a cabo la comunicación hacia los profesionales. Es vital entender que un proceso de comunicación inconsistente, no coordinado, no esponsorizado adecuadamente pondrá en riesgo el trabajo desarrollado en los otros factores clave. Es sencillamente imposible que la usabilidad y la rentabilidad de la tecnología social sea correcta si los profesionales no conocen pormenorizadamente todos sus elementos.
La incorporación de la tecnología social a los procesos organizativos supone un antes y un después en materia de Gestión de Capital Humano, representa, sin duda uno de los principales vehículos para evolucionar hacia la Co-Cultura.
La Tecnología Social es determinante en la construcción de un nuevo modelo de gestión de Capital Humano, por ello, RR.HH debe ser su principal sponsor, debe participar activamente en la definición de su propósito, analizar concienzudamente el impacto que la tecnología social tiene en la Cultura Organizativa, asumir su nuevo rol como arquitecto de comunidades y ser el principal agente en su difusión y comunicación.
En la empresa del S.XXI, no existirá Gestión de Capital Humano sin Tecnología Social… y viceversa…
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