Sobre personas y organizaciones

El punto G y el mito del Talento en la red

Desde tiempos inmemoriales numerosos investigadores, pensadores y exploradores de todo tipo y condición, han debatido, sin aparentemente una conclusión definitiva, sobre la existencia o no del “Punto G” en la sexualidad femenina…(y masculina). Su nombre se le otorga en honor del ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg, quien afirma su “descubrimiento” a mediados del Siglo pasado.

Cómo directivo de la función de gestión de personas, y… refiriéndome al Talento, siempre he tenido la sensación de ser una especie de explorador en su búsqueda.

La reciente eclosión de las redes sociales virtuales y su cada vez mayor aplicación a la tarea de reclutamiento sumada a esa concepción de “explorador”…  me sugiere la existencia de un curioso paralelismo entre el Talento y el Punto G…

El Porqué de esta excitante metáfora…

El debate hoy en día gira entorno a dirimir si el talento puede o no encontrarse en la red…como si del Punto G se tratase; en este terreno, el talento parece estar oculto, rodeado de misterio y aparentemente al alcance de muy pocos…solo de aquellos que decidan explorar a conciencia y con delicadeza un territorio cuasi-virgen.

Al parecer, la mayoría de profesionales, no solamente los buscadores de talento, coinciden en que cuando una organización es capaz de identificar a la persona correcta, para el proyecto concreto en el momento exacto, se produce una especie de alineación planetaria que equivaldría a un éxtasis organizativo traducido en compromiso, productividad y alto desempeño.

La identificación del talento de un profesional en el entorno organizativo tangible y su adecuación a un proyecto concreto en un momento determinado, resulta, a priori, un “orgasmo” organizativo fácilmente alcanzable, debido a la cantidad de herramientas y procesos al alcance de aquellos que se dedican en cuerpo y alma a la cuadratura del círculo.

El reto radica, sin duda, en identificar ese talento cuando abandonando el plano organizativo real nos adentramos en el entorno profesional virtual, repleto de conexiones, ideas, aportes e interacciones de todo tipo; entonces es cuando el orgasmo que provoca la identificación del talento en modo 1.0, se torna, cuando menos, cuestionable y los profesionales especializados nos planteamos si la  dimensión 2.0, nos permitirá descubrir e identificar ese Talento, que parece convertirse en el Punto G por descubrir tras la anatomía que conforma la red…

La falta de herramientas adecuadas, quizás simplemente la falta de práctica, incluso, puede que el mero agnosticismo hacia el entorno 2.0, por parte de los tradicionales rastreadores de talento en su versión 1.0 pueden ser algunas de las causas que justifican las dudas razonables acerca de la posibilidad de dar con el punto G en un territorio desconocido.

Personalmente, muy alejado del agnosticismo, considero que el Talento, entendido como esa habilidad/es que cualquier persona posee para llevar a cabo una tarea de forma excepcional al resto, puede ser ubicado e identificado en el entramado que conforman las redes sociales.

Pero su localización, al igual que sucede con el mítico Punto G, requiere una aproximación diferente; el rastreador de talento deberá adentrarse con cuidado, incluso con mimo, liberarse de sus prejuicios y acariciar la profundidad de la red estableciendo interacciones en abierto, de manera constante, en tiempo real, preguntando, descubriendo habilidades en base a comportamientos, interacciones, ideas, iniciativas y opiniones, hasta finalmente dar con él.

Las redes sociales, albergan con total seguridad profesionales cargados de talento, un talento que, al igual que sucede con el sensual y sexual Punto G , una vez descubierto, puede llegar a ofrecer un orgasmo organizativo mucho más intenso que el propiciado por la identificación del talento de manera convencional… pero hay que liberarse de los prejuicios y del agnosticismo que duda de su existencia.

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9 comentarios

  1. Hola Andrés.

    Muy interesante comparación sobre aspecos completamente diferentes. Aunque desde mi ignorancia, ya que no me dedico a los recursos humanos, estoy completamente en sintonía. Todos aquellos áspectos que hacen a una persona superior a otras en según que funciones, talento, podemos encontrarlo en cualquier momento y en cualquier lugar y, muy especialmente si la búsqueda se realiza de forma adecuada en un entorno propicio. Este nuevo escenario virtual de las redes sociales, abren en vuestros desempeños una abanico impresionante de herramientas y posibilidades para poder localizar a todos estos profesionales con un talento especial. Como todo, hay que aprender a utilizarlo.

    Saludos.

  2. Gracias Antonio
    Efectivamente las redes sociales abren una ventana a la identificación pero sobre todo a la interacción con el talento que hace unos años era simplemente inimaginable. Con las redes sociales de por medio…todos somos potenciales rastreadores de talento, pero ese punto G al que me refiero, requiere una aproximación diferente, como tú bien dices, hay que aprender a utilizar el medio.
    Un saludo

  3. Buenas amigo Andrés.

    Yo creo que has dado en el clavo en una comparación, pero no en la que terminas enfocando el post. Lo que es cierto es que el talento es tan difícil de encontrar en estos días como el punto G, no ya en el 2.0, sino en el 1.0 también.

    Yo soy de los que cree que un alto porcentaje de ‘cazatalentos’ no reconocería el talento ni aunque le estuviese mordiendo en el culo. No considero que los ‘cazatalentos’ que yo conozco estén capacitados para ello, y o es por compararme, que las comparaciones son odiosas, pero lo mismo que hacen ellos lo podría hacer yo mismo.

    Lo importante es definir que es talento. No confundirlo con ‘trabajador a destaja por cuatro duros y que no proteste’. Eso es el talento hoy en día por mucho que los grandes gurús y conferenciantes digan lo contrario y que en el talento se fundamenten los pilares de cualquier buena organización.

    Si se buscase premiar el talento, no se le bajaría el sueldo a excelentes profesores de colegios e institutos manteniéndoselo a los políticos, que de talento ‘cero patatero’.

    Estamos en una sociedad donde el talento abunda, pero no tiene su justo premio y si se premian otros valores como la no conflictividad o el servilismo. Los encargados de buscar el talento yo no lo distinguen bien de la mediocridad y no me cabe duda de que los social media, o sea, el 2.0, tampoco contribuye a ello.

    Un abrazo

    • Hola Jose Luis, un lujo tenerte por aquí.
      El post no pretende denunciar el tan habitual «maltrato» del talento que se hace por muchos profesionales y organizaciones. Ese maltrato tiene un precio a corto, medio y largo plazo que se refleja inevitablmente en la cuenta de resultados, en ocasiones de manera directa en otras, indirectamente. Aquellos que confunden el concepto y la idea que subyace al talento con la de «trabajador a destajo por cuatro duros» simplemente profanan el término e, insisto, serán penalizados tarde o temprano en los resultados de sus negocios o proyectos.
      El talento, en mi opinión, se localiza allí donde se encuentra la persona que lo tiene (todos por otra parte)… en la barra de un bar, en la playa, en las organizaciones y, porsupuesto, en las redes sociales. Los comportamientos que llevamos a cabo en uno u otro entorno son necesariamente diferentes… es raro comportarse exactamente igual en todos los círculos en los que interactuamos… sin embargo las redes sociales, incluso, permiten llevar a cabo comportamientos, ideas e iniciativas que (dependiendo del tipo de cultura organizativa) pueden ser más dificiles de identificar en un entorno organizativo 1.0. La cuestión es si esas habilidades pueden detectarse en la interacción que permite el entorno 2.0… creo que sí, pero que se requiere un approach totalmente diferente.
      En este punto enlazo y suscribo al 100% tu opinión sobre el tradicional «headhunter». Lo he comentado en abierto con muchos de ellos con los que mantengo un contacto desde hace años. Necesitan cambiar su propuesta de valor, definir un modelo diferente, ya que, las redes sociales permiten acceder gratuitamente (salvo el coste del tiempo dedicado a ello, generalmente mucho) a ese talento por parte de cualquier profesional, no solo de aquellos que se dedican en exclusiva a ello. Aquellos headhunters o empresas que no actualicen su modelo, simplemente echarán el cierre, de hecho, ya está sucediendo.
      Insisto, un placer contar contigo por aquí.
      Andrés

  4. Interesante metáfora Andrés y bien planteada… Desde luego, como se dice en la película Una historia en el Bronx, «no hay nada peor que el talento malgastado». Existe mucho talento muy desperdigado… a la espera de ser descubierto. Mucho, morirá en el olvido… una pena. salu2.

    • Muchas gracias por tu comentario.
      Además de este paralelismo, las redes sociales permiten que cualquier profesional identifique y rastree profesionales con las capacidades que requieren para su proyecto… la apertura de muchas redes permitirán desterrar la idea de que el talento solo debe ser identificado por el área de RRHH… supondrá también un cambio de este paradigma, pero para ello aún queda mucho tiempo…
      Saludos

  5. Interesante artículo Andrés!
    La verdad es que el enfoque invita a una buena reflexión. El talento parece despertar después de un pre-calentamiento con mucho mimo y dedicación ;-)) el entorno 2.0 (al menos en mi caso) ha supuesto una bocanada de oxígeno de nuevas perspectivas, enfoques e ideas que sin duda son positivas para encender esa llama que todos llevamos dentro que nos hace ser más cuiriosos e inconformistas en la búsqueda de la excelencia en nuestra profesión.
    Gran post.
    @CanovasDavid

    • Gracias David,
      Pienso que el talento está en todos los sitios, en el entorno virtual también es detectable, pero efectivamente se requiere un approach diferente. Gracias por tu comentario.
      Saludos

  6. Buenos días Andrés!!

    En primer lugar quiero felicitarte por el magnífico post. Realmente me ha encantado la comparación que has realizado con el punto G femenino. Aparte de ingenioso el símil está muy bien encajado.

    Es cierto que en muchas ocasiones el entorno influye positiva o negativamente en las personas tanto a nivel personal como en el laboral, afectando a sus emociones, y éstas junto con un entorno no apropiado hacen que una persona con talento no aflore o deje de aflorar.

    El mundo Web y más concretamente el 2.0, está propiciando nuevas herramientas de creación y desarrollo creativo favoreciendo el desarrollo y la potenciación de los Talentos innatos y adquiridos.

    Te dejo el enlace del un post que escribí hace poco sobre el Talento. Espero que te guste!!
    http://blog.fatimabril.es/2012/05/la-gran-cualidad-del-ser-humano-el.html

    Gracias por tu post!

    Un saludo

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