Empresas y profesionales se han alojado en la más absoluta incertidumbre. Los modelos predictivos de la gestión se han quedado súbitamente obsoletos. Cada vez resulta más inútil utilizar las referencias al pasado como elemento proyectivo de nuestros resultados, porque cada vez hay más variables que dificultan ese ejercicio predictivo mediante el que empresas y directivos trazaban su hoja de ruta para el medio y largo plazo. Y, no parece que haya visos de que vaya a ser diferente, al menos en un periodo razonablemente largo de tiempo.
En estas circunstancias el Liderazgo de una organización adquiere una relevancia que nunca antes había adquirido hasta ahora. Uno de los mayores retos del liderazgo del S.XXI no es anticiparse a un futuro incierto… sino asumir que vivirá en él de forma permanente.
En paralelo, el fenómeno conectividad cobra fuerza. La influencia de la web social ha puesto de relevancia lo esencial que resulta la creación de vínculos, y el intercambio de ideas y conocimiento entre los diferentes nodos de una red tanto virtual como real. En un entorno en el que el cambio es la única variable permanente, resulta crucial que los profesionales de una organización estén conectados más y mejor entre sí y con su entorno; la incertidumbre requiere estar en un permanente proceso de aprendizaje y para ello es imprescindible estar vinculado, relacionado y conectado.
Sin embargo, en pocas ocasiones nos referimos a la conjunción de ambos términos y a la influencia que uno ejerce sobre el otro y viceversa.
Las organizaciones necesitan revisar su modelo de Liderazgo con la urgencia que marca la necesidad de conducir la empresa en un marco absolutamente incierto.
A su vez, los que ostenten la condición de Líder deben de incorporar la variable conectividad, ya no a su vocabulario, sino a su modus operandi… a su forma de hacer liderazgo.
Estos son algunos apuntes por los que el tándem formado por Liderazgo y Conectividad resulta vital como motor del nuevo paradigma de gestión hacia el que se dirigen nuestras empresas.
El Liderazgo es el principal vehículo para la conectividad.
El liderazgo ya no es un fin, sino el principal medio para conectar a las personas entre sí. No se trata de que el líder ya no sea un visionario; debe seguir siéndolo, pero a través de los ojos de los demás. Esta es una de las claves en nuestro errático y cambiante entorno empresarial. Un líder no debe empeñarse en ver a toda costa lo que otros no ven, debe empeñarse en conectar a aquellos profesionales cuyas ideas y enfoque permitirán tener un rango de visión de gran angular.
El liderazgo debe ser el principal impulsor de la conexión del conocimiento inter-empresa y entre la Organización y su entorno. Para ello, resultará imprescindible que:
-Difumine las barreras y obstáculos que los profesionales puedan tener para conectarse entre sí y con su entorno.
-Liberalice el acceso a la información y la forma en como esta crea y se comparte.
-Flexibilice los procesos de toma de decisiones y la tradicional verticalidad de los mismos.
-Introduzca liquidez y fluidez en el desarrollo y ejecución de las tareas, salvando los límites que supone la estructura organizativa y la delimitación de tareas en los puestos-tipo.
La conectividad impulsada por el Liderazgo como palanca de la productividad.
La productividad es sin duda uno de los principales retos de cualquier organización hoy en día. Pero en la era del conocimiento, la productividad ya no se mide en horas/hombre, sino por el ratio ideas/persona. Cuanto mayor sea la habilidad del liderazgo para establecer y alentar las conexiones de la organización y sus profesionales entre sí y con su entorno, mayor será el número de ideas que un profesional pueda provocar, difundir y compartir.
La gestión del futuro consistirá en establecer procesos ágiles, no burocráticos y flexibles que permitan filtrar lo más rápidamente posible aquellas ideas que tengan mayor impacto en el negocio. Pero para ello, el Liderazgo debe asumir su papel primordial en el impulso de la conectividad, asumiendo que esta fomentará la productividad expresada en forma de ideas/persona.
La conectividad alimenta la capacidad de Liderar ante la incertidumbre.
Un líder no solo debe fomentar la conectividad de la organización sino que debe contaminarse en positivo de ella. De hecho, será imposible que asuma ese rol sino se encarga de incorporar para sí mismo los conocimientos e ideas que surgirán de su propia exposición a diferentes entornos y conceptos. Para impulsar y fomentar las conexiones como elemento de generación de valor, el liderazgo requiere estar convencido del fenómeno conectividad y de las oportunidades que surgen tras el dimensionamiento de la red y de los proyectos y alternativas de gestión que surgen a raíz de intercambiar conocimiento e ideas dentro de ella. La conectividad alimenta la propia capacidad de liderar en un entorno de incertidumbre y cambio.
La construcción de este nuevo paradigma de gestión en el que el Liderazgo es un impulsor de la conectividad y la conectividad es a su vez el principal medio para potenciar la capacidad de generación de valor de una organización debe entenderse como un proceso progresivo. Sin embargo el tiempo y los resultados de negocio apremian… lo suficiente como para que las empresas revisen cuanto antes la relevancia que le otorgan al tándem Liderazgo y Conectividad.
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Juan Carlos Vivó Córcoles
Ambas variables van unidas. Cada vez es menos concebible un liderazgo solitario. Con la conectividad creciente gracias a la tecnología, quien no esté conectado no será líder.
Andrés Ortega Martínez
Gracias por el comentario Juan Carlos, efectivamente, ya no es concebible un liderazgo no conectado en el sentido más amplio del término. Liderar es aún así una cuestión que va más allá de la tecnología… se puede estar muy conectado sin un Smartphone… aunque efectivamente la tecnología marca el tempo de la conectividad en los entornos organizativos en los que nos ha tocado vivir.
Un placer tenerte por aquí
Saludos
FLORES LOVERA JULIO CESAR
Interesante el comentario, En este mundo competitivo, es imprescindible la innovación y el mejoramiento constante de la gestión de una empresa, donde el liderazgo y la conectividad van de la mano en las diversas soluciones que impulsen LA PRODUCTIVIDAD de una empresa. Es de responsabilidad del líder actuar con una nueva mentalidad, enfocado en sintetizar la toma de decisiones, basada en como visionan los integrantes del personal que liderazgo. En conclusión se abre una nueva forma de gestión de liderazgo, teniendo como actores directos fundamentales a la CONECTIVIDAD Y EL LIDERAZGO.
Andrés Ortega Martínez
Gracias Julio por tu comentario,
Efectivamente nuestro entorno empresarial exige que Conectividad y Liderazgo vayan de la mano. Uno no puede entenderse sin el otro y viceversa.
Un cordial saludo
Andrés