Somos el valor de nuestras relaciones y de cómo las gestionamos; algo que por obvio que parezca entraña una complejidad considerable y que, en muchas ocasiones, sencillamente, pasamos por alto.
Con independencia de nuestra actividad profesional, más allá del sector o industria en el que nos ubiquemos, nuestro desarrollo tanto personal como profesional está íntimamente vinculado a las relaciones que establecemos y a como las cultivamos.
Voy a intentar con esta entrada desarrollar dos ideas que creo firmemente, han de estar presentes siempre que llevemos a cabo un ejercicio relacional en el plano profesional.
Las dos dimensiones del Net-Work
“OUT” Nos hemos acostumbrado al anglicismo. Mientras la palabra se ponía de moda y se acomodaba en el ranking de nuestro vocabulario cotidiano de uso profesional, hemos dado por hecho que “networking” consiste en establecer relaciones, superando los límites de nuestra organización, con personas que forman parte de nuestro segundo, tercer y hasta el infinito grado de relación.
Ha llegado un momento en el que involuntariamente la mayoría de nosotros piensa en términos “networkinianos” de puertas hacia fuera de nuestra organización; nuestro cometido es ampliar el círculo y crear nuevas conexiones mediante la identificación y establecimiento de nuevos nodos. Y, en efecto, de eso se trata, pero debemos ser conscientes de que trabajar en esa línea no es más que cultivar una de las dos dimensiones del Net-Work. La externa.
La dimensión “Out” es la que nos permite ampliar nuestra red cómo si de una onda expansiva se tratase. Establecemos criterios en base a nuestros intereses y preferencias profesionales que nos llevan a localizar a través de diferentes canales (las redes sociales son tan solo uno de ellos) a otros profesionales a los que convertimos en contacto-objetivo. La repetición sistemática y consciente de esta acción es el “Net-Work-Out”.
“IN” El gerundio “ing” debe de ser reemplazado por la forma “IN”, en un intento de contextualizar y definir la segunda dimensión del “Net-Work”. La interna.
Esta segunda dimensión, “Net-Work-In”, debe apuntar hacia la construcción y desarrollo de nuestra red hacia dentro de la organización.
Inconscientemente nos hemos centrado en la dimensión externa, descuidando, casi por completo la dimensión interna del Net-Work. La gran mayoría de profesionales hemos arrinconado la dimensión “in” en favor de la dimensión “out”; aquí, cabría hacer una mención especial para precisamente aquellos cuyo cometido es conocer en profundidad la red social que conforma nuestra propia organización. Los profesionales de RR.HH., embriagados por el aroma de la moda de las redes sociales han dirigido mayoritariamente su actividad de “Net-Work” hacia el exterior de la organización. Inconscientemente han desviado su atención de la dimensión “in”, relegando a un inmerecido segundo plano el desarrollo de la red interna, despreocupándose por conocer en mayor profundidad a los integrantes de la propia organización y, olvidando, por lo tanto, la importancia de establecer conexiones entre ellos, curiosamente, una de las tareas más esenciales y críticas en materia de gestión de personas.
Core Net-Work
La otra idea de esta entrada pretende matizar, o más bien aclarar en qué consiste la esencia del desarrollo de la red, en cualquiera de sus dos dimensiones.
Resultaría muy laborioso listar la infinidad de acciones que se llevan a cabo y que enturbian la esencia del “Net-Work”. Muchos profesionales no han interiorizado aún una cultura de generación de red, y siguen confundiendo el mero intercambio de datos profesionales con la tarea básica del “networking”.
Debería ser obligatorio comprender y entender que hacer red es, ante todo, desarrollar una actitud de apertura total hacia el conocimiento o descubrimiento de otros profesionales; una apertura guiada por el principio de ofrecer, nuestro conocimiento, nuestra experiencia, incluso nuestra red ya existente, sin esperar recibir nada a cambio, aún menos de manera inmediata.
Cualquier movimiento que deje entrever la necesidad de un “quick-win” o base la construcción de la relación en el principio “quid pro quo”, no será un proyecto de generación de red, porque la manifestación del propio interés desvirtúa la razón de ser del “networking” y estrangula las posibilidades de que este proceso, que siempre debe enfocarse a medio y largo plazo, llegue a dar sus frutos.
El objetivo de este post, es recalcar la importancia de estas dos ideas asociadas al concepto de “networking” más extendido y generalizado. Es importante destacar la existencia de sus dos dimensiones al tiempo que matizar cual debería ser la razón de ser de un proceso de construcción de red en cualquiera de ellas. El tema es lo suficientemente apasionante y relevante en nuestra realidad actual como para dedicar otras entradas a desarrollar de manera específica cada una de las dos dimensiones del “Net-Work”.
María González (@GonzalezMerinoM)
¡Hola Andrés!
Estoy segura de que la mayoría de la gente cuando le hablas de networking piensa (yo me incluía hasta ahora) en el Net-Work-Out. Quizás se deba precisamente a que lo que motiva el networking de muchos es obtener un beneficio rápido de la relación, tal y como haría un comercial agresivo, buscan venderte su producto aquí y ahora, y la venta se enfoca siempre de puertas para afuera.
Para mí esto es un error fundamental, yo veo el networking como la construcción de relaciones basadas en la confianza. Las relaciones profesionales no son muy distintas de las personales, ya que todas involucran a los mismos. No creo que nadie se case con el primero que se le presenta, conlleva un proceso más o menos largo pero siempre elaborado en el que se va tejiendo una confianza (o no).
El Net-Work-In es la clave para la «retención» del talento de nuestra organización. Cuando te comprometes con tu organización te quedas. Y para eso tienes que sentir que tu trabajo se valora, que se te tiene en consideración, que la organización se preocupa por ti sinceramente, que confía en ti, que te respeta y que comparte contigo una visión, una misión y unos valores o principios. Y si no hacemos Net-Work-In, si no dedicamos un tiempo a conocer e interesarnos de verdad por nuestro equipo, ¿cómo pretendemos que se interesen de verdad por nuestra empresa?
Un abrazo 🙂
danieldiez
Hola compañero,
Totalmente de acuerdo contigo y con María.
Es cierto que muchas veces descuidamos nuestra red de contactos interna, porque de alguna manera creemos que una persona que ya esta en nuestro «network» ya no nos aporta valor, al contrario del hecho de pensar que todo lo que venga de fuera nos aportara ilimitados beneficios.
Y no (siempre) es cierto ni en un sentido ni en otro. Seamos mas abiertos de oídos y de mente tanto con los conocidos como los que están por venir, y nos sorprenderemos gratamente de los resultados que tenemos.
Abrazo.