1er acto
Es ingente la cantidad de teorías, artículos, libros, que se han escrito acerca del concepto Liderazgo. Todos tenemos referentes de líderes buenos y líderes malos en nuestra retina, conformamos una opinión sobre el liderazgo de alguien, por encima de los conocimientos y teorías que conozcamos al respecto en base a nuestra propia experiencia y estructura de valores. No es mi objetivo en este post abrir una nueva vía de debate al respecto, ya se ha escrito mucho y con mucho mayor rigor científico. Me he permitido la licencia de copiar literalmente un fragmento extraído de la Wikipedia y que será de gran ayuda para contextualizar mejor la segunda parte de este post.
“Según, Rallph M. Stogdill, en su resumen de teorías e investigación del liderazgo, señala que «existen casi tantas definiciones del liderazgo como personas que han tratado de definir el concepto. Aquí, se entenderá el liderazgo gerencial como el proceso de dirigir las actividades laborales de los miembros de un grupo y de influir en ella. Esta definición tiene cuatro implicaciones importantes.
En primer término, el liderazgo implica a otras personas; a los colaboradores o seguidores. Los miembros del equipo de trabajo, dada su voluntad para aceptar las órdenes del líder, ayudan a definir la posición del líder y permiten que transcurra el proceso de liderazgo; si no hubiera a quien mandar, las cualidades de liderazgo del gerente serían irrelevantes.
En segundo, el liderazgo entraña una distribución desigual del poder entre los líderes y los miembros del equipo de trabajo. Los miembros del equipo no carecen de poder; pueden dar forma, y de hecho lo hacen, a las actividades del grupo de distintas maneras. Sin embargo, por regla general, el líder tendrá más poder sobre los demás y es quien decide que se debe hacer.
El tercer aspecto del liderazgo es la capacidad para usar las diferentes formas del poder para influir en la conducta de los colaboradores, de diferentes maneras.
El cuarto es la combinación de los tres primeros, pero reconoce que el liderazgo es cuestión de valores y principios [i]
Pero me pregunto ¿Se puede realmente cuantificar cuantos estilos de liderazgo existen?, depende del enfoque y de la teoría que lo estudie, del tipo de relación o influencia que el líder ejerza sobre sus subordinados o seguidores; lo cierto es que hay un sinfín de estilos de liderazgo ya tipificados, tan solo por citar alguno: autocrático, democrático, laissez faire, paternalista, carismático, lateral, transaccional, transformacional, dictador, etc, etc, etc
Segundo acto
Las experiencias compartidas por muchos y muy buenos amigos y excelentes profesionales junto con mis propias vivencias han ido enriqueciendo el portfolio de tipologías de liderazgo que personalmente he ido identificando a lo largo de los años y que se suman a las más conocidas y mencionadas párrafos arriba; Se tratan quizás de nuevas especies de liderazgo, que tienen en común una característica: son perjudiciales para la salud organizativa. Aunque presumiblemente no existe todavía una teoría desarrollada empíricamente sobre ellos esbozaré alguno de ellos.
Liderazgo miope: consiste en la dificultad para enfocar correctamente los objetos lejanos, el largo plazo; se fuerza la vista porque no se ve claro el hacia donde debe dirigirse la organización.
Liderazgo anoréxico: se caracteriza fundamentalmente por la obsesión por adelgazar la organización y por no engordarla bajo ningún concepto. Esta tipología de líderes centran su atención en un exagerado control de costes tendiendo a minimizar la estructura organizativa, la báscula es su mejor aliado.
Liderazgo libra o bipolar: No se trata de un tipo de liderazgo extremadamente perjudicial pero sin duda no es saludable. Consiste en la falta de rigor al fijar el rumbo. Toma decisiones con convicción en una dirección con la misma firmeza con la que toma decisiones en sentido contrario dos días más tarde.
Liderazgo Robinson Crusoe: fácilmente identificable debido a que el líder tipo Robinson se encuentra solo en su entorno, no tiene seguidores que apoyen su gestión; consume su “mandato” haciendo señales de humo para que vengan en su auxilio a rescatarle
Liderazgo manostijeras: este tipo de líder se caracteriza por tener una buena voluntad en sus acciones y propósitos pero no es capaz de evaluar el impacto negativo que puede tener el uso excesivo de su buena voluntad.
Liderazgo burbuja: se caracteriza porque el líder conocedor de sus carencias y debilidad de su sistema inmunológico ante los agentes externos se ve obligado a crear su propio espacio de autoprotección que le aísla por completo de la organización. Este autoblindaje le impide palpar la realidad organizativa con sus propias manos y acaba por perder el contacto.
Liderazgo místico: se trata de uno de las tipologías de liderazgo más metafísicas pero al mismo tiempo más inútiles. El líder místico cree estar en contacto con un ser superior que le guía y que marca su destino, pero estas directrices suelen estar muy alejadas del mundo terrenal, el de carne y hueso. Se consideran seres superiores embajadores de un mensaje que nadie más conoce pero en el que cuesta mucho creer por lo inverosímil que resulta.
Liderazgo OVNI: se caracteriza principalmente por aparecer de manera repentina y de forma inesperada. Sin embargo existen muy pocas personas en la organización que hayan visto al líder ovni en alguna ocasión. Las organizaciones con este tipo de líder ansían encuentros en la tercera fase frente a las apariciones inesperadas y con falta de nitidez.
Estos son algunos de las nuevas tipologías de liderazgo afincado en el lado oscuro, ese al que ningún líder que se precie debería aproximarse nunca. A partir de aquí es vuestro turno, ya que con total seguridad a lo largo de vuestra experiencia os hayáis encontrado con tipologías de liderazgo en el lado oscuro que queráis compartir conmigo en este blog.
[i] Extraido de Wikipedia
JL Rodriguez
Hace unos días publiqué un artículo en nuestra newsletter, Socratesnews.com que insopora nuevos temas al apasionante debate sobre el liderazgo. Ahi va.
La realidad es mas mostrenca, de lo que pretendemos, y tratamos de reinventar una y otra vez algo que ya está inventado, y lo vestimos de manera diferente para ver si esta vez seremos capaces de venderlo y de poder llevarlo a la práctica.
¿Cuántas veces hemos hablado de que hay que cambiar el estilo de dirección a lo largo de las últimas décadas porque ya no valía el autoritarismo, el ‘ordeno y mando’?
Por hacer un poco de historia, ya desde la década de los veinte del siglo pasado, Elton Mayo demostró la importancia del llamado factor humano, de las personas en el trabajo y de cómo había que dirigir a las personas. A partir de entonces han ido apareciendo multitud de denominaciones, el liderazgo democrático, el participativo, el transformador, y un etcétera larguísimo. Estilos que, en definitiva, ponen a la persona en primer lugar en las organizaciones, y que son capaces de generar confianza cuando se responde con responsabilidad, de empoderar a las personas a través de su desarrollo profesional, de asignar proyectos retadores e importantes, de considerar a las personas como autoras de su trabajo, como si de una obra de creación se tratara, etc.
http://www.human-coaching.net/%C2%BFlos-estilos-de-liderazgo-al-trastero