Sobre personas y organizaciones

Autor: Andrés Ortega Pagina 10 de 39

HR Director & Social Networker
Sociologist & Blogger / Sociólogo & Blogger
HR 2.0 Pionner Agent / Dinamizador de entornos RR.HH. 2.0
Inconformista, Convensador y Barman de Ideas / Nonconformist, Speaker and Ideas Barman

Innovando la gestión del talento en la empresa del S.XXI: back to basics…

Parafraseando a Golpes Bajos… han corrido malos tiempos para la lírica del talento…

Y es que, en un gran número de empresas el talento dejó de ser parte de la hoja de ruta… y la gestión del mismo dejó de ser una prioridad estratégica (si es que en alguna ocasión lo fue de verdad…). Sin duda una desafortunada pero fácilmente contrastable afirmación.

Pero ahora, la gestión del talento vuelve a convertirse en una prioridad, incluso en una obsesión para aquellas organizaciones que con mayor o menor motivo se olvidaron de él. Sin que suene a reproche, nunca es tarde si la dicha es buena…

Pero desde aquella archiconocida guerra por el talento han cambiado muchas cosas.

maquillaje2

El mercado en el que se compite no es el mismo, ahora, como ya todo el mundo sabe… el terreno de juego es impredecible, volátil e incierto. La innovación, ya no es una ventaja competitiva en sí misma, sino la velocidad a la que se es capaz de innovar. La forma de relacionarse socialmente ha cambiado drásticamente tras la irrupción de la tecnología social. El talento se ha diversificado expresándose ahora en nuevas formas de vida profesional, muchas de ellas – knowmads y freelancers – curiosamente emergieron como consecuencia de la post-guerra por el talento. Todas ellas, razones con el suficiente peso para que las empresas que ahora se disponen a librar la nueva guerra por el talento se pregunten si la forma de destinar sus recursos  y energía en la batalla deben ser las mismas que antaño…

Quizás sea el momento de revisar la estrategia de atracción y gestión antes de malgastar la munición en el nuevo conflicto por el talento al que las organizaciones han sido llamadas.

Foco en fortalezas Vs en debilidades

Si las empresas fuesen capaces de medir el tiempo, la energía, y, en definitiva el dinero que han invertido durante años en desarrollar y potenciar las cualidades o competencias menos desarrolladas de sus profesionales sencillamente se llevarían las manos a la cabeza. Muchas empresas (las más avanzadas en gestión del talento) se han apoyado en el resultado de las evaluaciones del desempeño (performance) o en los programas de evaluación del potencial para identificar el gap competencial de cada profesional sobre un puesto ideal, para, a partir de ahí, construir planes de acción y desarrollo dirigidos fundamentalmente a potenciar o mejorar las skills menos desarrollados de sus profesionales.

Ahora que el mercado es más implacable que nunca, ahora que la gestión del talento marcará la diferencia, quizás sea otro el punto de partida…

Poner foco en desarrollar las habilidades en las que un profesional es excepcional en lugar de en sus áreas de mejora implica invertir de forma diferente los recursos pero también implica invertir la forma de enfocar el desarrollo del talento.

Auto-conocimiento como punto de partida

Íntimamente relacionada con la necesidad de poner el foco en las competencias más sólidas o fortalezas en lugar de en las debilidades está la idea de fomentar el auto-conocimiento de cada profesional. Y es que, salvo honrosas excepciones, las empresas han preguntado muy poco en que es excepcional cada profesional. Se han invertido ingentes recursos en definir procesos que sirviesen para escudriñar el potencial o para medir el desempeño pero se ha invertido muy poco tiempo y dinero en fomentar el auto-conocimiento de cada persona a título individual. Nos sobran kilos de soberbia y ego y nos faltan toneladas de auto-crítica y auto-conocimiento. Existe una relación directamente proporcional entre el rendimiento y la libertad de trabajar haciendo aquello en lo que cada uno es excepcional. Una relación causal que debería valer por sí misma para destinar muchos más recursos a que los profesionales entendiesen en qué son extraordinarios y en que no. Una necesaria mirada hacia el interior de cada uno que trasciende, con mucho, el formalismo de la auto-imagen en el marco del proceso de evaluación del desempeño.

Es hora de que los profesionales se conozcan más y mejor que nunca y manifiesten con honestidad quienes son y dónde radica su más genuina propuesta de valor.

El tiempo apremia. Las empresas no pueden darse el lujo de que sus profesionales sean desconocidos de sí mismos.

Liderazgo emocional al servicio del talento

Pero solo es posible potenciar y fomentar el auto-conocimiento desde el mismo. Por ello, para gestionar el talento  es imprescindible que el liderazgo sea emocional. La eterna variable olvidada del liderazgo. Y no se trata de reivindicar un retorno idílico al humanismo, sino de una clave esencial para que el talento se exprese con libertad. El estilo de liderazgo paternalista, autocrático o dictatorial no sirve a los intereses de las organizaciones que precisan liberar ingentes cantidades de talento para engrasar la maquinaria de sus procesos y servicios. El auto-conocimiento se debe fomentar entendiendo las emociones con las que cada día los profesionales desempeñan su actividad; algo que no puede suceder sino se trabaja con antelación, o, cuando menos en paralelo un modelo de liderazgo que pivote sobre la capacidad de comprender las emociones de los demás (inteligencia emocional inter-personal) y por supuesto las del propio líder (inteligencia emocional intra-personal).

Probablemente una de las mayores innovaciones en materia de gestión de talento sea construir un modelo de liderazgo capaz de entender las emociones que permiten que cada profesional libere el talento que lleva dentro.

___________________________________________________

Son muchos los procesos innovadores que impregnarán la gestión del talento en los próximos años:

  • La implantación a gran escala de redes sociales corporativas en las que los profesionales interaccionarán a través de comunidades de diversa índole mostrando, a priori, sus habilidades y talento sin límites de espacio y tiempo.
  • La aparición de nuevas estructuras organizativas menos piramidales, más redárquicas y colaborativas (empresas-proyecto y organización en red).
  • La incorporación de la analítica de datos (Big Data) en la toma de decisiones sobre el talento que ofrecerá una nueva perspectiva minimizando presumiblemente el uso de la inferencia y la intuición.
  • La consolidación del aprendizaje en red y virtual frente a la tradicional gestión de la formación.
  • La integración de la Propuesta de Valor para el Empleado (Employee Value Proposition) con la estrategia de posicionamiento como empleador de referencia (Employee Branding).
  • Y todo ello, con la imparable digitalización de los comportamientos en la economía del conocimiento.

Sin embargo, es posible que las mayores innovaciones en materia de gestión del talento en la empresa del S.XXI consistan nada más y nada menos que en reenfocar algunas perspectivas “de siempre”: focalizarse en potenciar fortalezas en lugar de en mejorar “debilidades”, fomentar el auto-conocimiento de cada persona sin reprimir mediante corsés descriptivos las bondades de cada uno de ellos y, de una vez por todas, potenciar un modelo de liderazgo que no penalice las emociones sino que sea capaz de interpretarlas y se conviertan en el combustible que requiere el talento…

El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos caminos sino en tener nuevos ojos.  

Marcel Proust

Transformando RR.HH: Querer o no querer… esa es la cuestión

calavera5Las empresas están cambiando porque las personas, nuestra forma de comunicarnos y nuestra forma de relacionarnos están cambiando. Creo que nadie en su sano juicio pondría en tela de juicio esta afirmación fundada en innumerables datos observables a simple vista.

La economía del conocimiento ya es una realidad en muchas industrias y geografías. El conocimiento ya es, por lo tanto, la principal materia prima de muchas empresas obligadas a renovar sus productos y servicios… y, obviamente, las personas son el eje fundamental para generar, desarrollar y optimizar ese conocimiento, transformándolo en productos y servicios que satisfagan las necesidades derivadas de un nuevo modelo social. 

Desde esta contundente pero objetiva perspectiva, pretender que la función de RR.HH continúe aportando valor a las empresas haciendo lo mismo que ha venido haciendo en las últimas décadas suena a broma del mal gusto.

La necesidad de redefinir la propuesta de valor de la función organizativa destinada a la gestión de las personas dentro de una empresa no es una moda, es una necesidad perentoria que se entiende perfectamente cuando se toma consciencia de cómo la economía del conocimiento está transformando el concepto de empresa y los comportamientos que las personas llevan a cabo dentro de ella.

Y, cuando en el marco de esta economía del conocimiento, las personas, sus capacidades y el talento que atesoran se convierten en la clave de la gestión de cualquier organización, entonces sucede que los profesionales de RR.HH ya no se enfrentan al dilema de «ser o no ser»…, ésta ya no es la cuestión…

El dilema del querer…

En la organización del S.XXI las personas que trabajan con, por y para potenciar las capacidades, el talento y el conocimiento de otros… sencillamente están llamados a SER protagonistas indiscutibles de la supervivencia y del éxito de sus organizaciones.

Pero existe una variable absolutamente determinante para que los profesionales del área de RR.HH jueguen el papel crucial que les ha otorgado esta caprichosa economía del conocimiento.

Despejada la incógnita del ser o no ser,  muchos de ellos se encuentran frente a un nuevo dilema, una encrucijada que sólo cada uno de ellos a título individual puede resolver. El nuevo dilema es “querer o no querer” esta es la auténtica cuestión:

  • Querer o no querer digitalizar su forma de comportamiento y ayudar al resto de la organización a hacerlo para incrementar la velocidad de crucero en la gestión del conocimiento y la optimización del mismo.
  • Querer o no querer desarrollar una cultura innovadora utilizando su propia apertura mental a otros ecosistemas y conocimiento, y siendo la fuerza motriz que impulse a los miembros de la empresa a generar relaciones con otros entornos y profesionales contaminándose de otras perspectivas y formas de entender la realidad.
  • Querer o no querer fomentar la honestidad radical y la práctica de la desobediencia inteligente y estar dispuesto a asumir cierto nivel de irreverencia y rebeldía en primera persona cuestionando y alterando el statu quo
  • Querer o no querer trabajar en modelos organizativos más planos y democráticos que permitan el arraigo de comportamientos más colaborativos y menos autocráticos.
  • Querer o no querer relajar los límites de las descripciones de puestos, tareas y responsabilidades que encorsetan la libertad de acción del talento que poseen muchos profesionales y difuminar las gruesas líneas rojas que separan lo que hace uno de lo que hace otro para fomentar comportamientos más cooperativos.
  • Querer o no querer dedicar su tiempo a tener conversaciones de valor con los profesionales de la empresa que permitan poner el foco en descubrir el talento de estos y por supuesto dedicar su tiempo a fomentar la conexión del talento de esos profesionales entre sí.
  • En definitiva, querer o no querer asumir el riesgo asociado a liderar e impulsar el proceso de cambio dentro de su empresa, abandonar la zona de confort en la que muchos profesionales viven cómodamente instalados y coger las riendas de su propia transformación.

Todo profesional es dueño de sus comportamientos. Cada persona tiene la capacidad de alterar o no su voluntad de acción, probablemente nuestro más preciado tesoro.

Las nuevas herramientas y los nuevos procesos que permiten construir una nueva propuesta de valor en el área de gestión de personas ya están al alcance de cualquiera: redes sociales corporativas, modelos organizativos colaborativos y participativos, nuevos esquemas competenciales, design thinking, redes de conocimiento virtuales, think tanks y un larguísimo etcétera de métodos, técnicas y medios accesibles a tan solo un click.

Pero todo se reduce a ese nuevo y desafiante dilema, a estar dispuesto a negociar con nuestro propio ego y a no hacerlo con nuestros miedos para que nuestros pensamientos sean diferentes y, por lo tanto, también lo sean nuestros comportamientos.

Estar dispuesto a poner en riesgo eso a lo que llamamos estatus y que nos da tranquilidad pero desde el que no generamos los cambios necesarios, o por el contrario, estar dispuestos a exponernos haciendo lo que realmente hay que hacer y no tanto lo que se espera de nosotros.

Ésta y no otra es ya la cuestión para transformar RR.HH, sencillamente querer o no querer…

red_pill_blue_pill-copy

Esta entrada fue publicada originalmente en el numero de Noviembre del Observatorio de Recursos Humanos

20 reflexiones sobre liderazgo, innovación y transformación… para terminar… y para empezar…

start-finish

19.- No se puede innovar sin desafiar al orden establecido… La insumisión es la cara B de la innovación…
Porque la rebeldía es la energía que activa cualquier proceso de transformación…

3.- Innovar es el arte de cuestionar, de arriesgar y de atreverse a desdibujar la realidad…
Porque innovar implica necesariamente deconstruir y mirar a la realidad desde otras perspectivas…

4.- Cuando intra-emprendes… extra aprendes…
Porque la evolución de una organización se produce gracias a quienes tienen coraje para hacer cosas diferentes…

18.- El aprendizaje más valioso es el que se produce con cada equivocación… el error es indispensable para la evolución…
Porque equivocarse es la única ruta posible hacia la transformación…

15.- No se puede liderar si no se está dispuesto a servir a los demás… Liderar es, sin más, la práctica de la generosidad…
Porque liderar, sencillamente es ofrecer en lugar de reclamar…

20.- Es incoherente hablar de innovación y hacer lo mismo de siempre… innovar es sinónimo de experimentar…
Porque probar es en realidad la única forma de innovar…

14.- La pregunta más eficaz para liderar personas tan sólo consta de 3 palabras… ¿Cómo te sientes?
Porque liderar es el arte de hacer sentir y emocionar…

9.- El auténtico líder no se comporta como un maestro… sino como un eterno aprendiz…
Porque solo es capaz de liderar quien es capaz de aprender siempre de los demás…

12.- Es imposible transformar maquillando la realidad… el cambio se consigue desde la honestidad radical…
Porque la verdad es la energía que se requiere para construir una nueva realidad…

2.- El auténtico agente de cambio no se caracteriza por decir lo que va a hacer…sino por haber hecho lo que dijo q haría…
Porque el cambio no se construye con buenas intenciones sino con acciones…

16.- En la empresa del S.XXI nuestro valor reside en nuestra red y en nuestra capacidad para generar valor a través de ella…
Porque nuestro valor es en realidad el que somos capaces de transferir a los demás…

5.- Un proceso de transformación no puede prosperar desde la coacción, el cambio solo se produce si hay libertad de acción…
Porque el cambio genuino se produce cuando se es libre para decidir cambiar…

13.- La innovación es el resultado de conectar la curiosidad con la voluntad de transformar una obviedad…
Porque si no se está dispuesto a preguntar es imposible innovar…

7.- Construye tu red pensando que puedes ofrecer en lugar de que puedes obtener… socialnetworking y egoísmo son incompatibles…
Porque la red te devuelve todo aquello que se le ofrece con generosidad…

6.- Innovar es el arte de practicar la desobediencia inteligente y no morir en el intento…
Porque para innovar hay que desafiar y desacatar con inteligencia la autoridad y el orden establecido…

16.- Liderar, en realidad, no consiste en dar respuestas sino en plantear las preguntas adecuadas…
Porque solo al preguntar se permite progresar y evolucionar…

17.- En la economía del conocimiento el aprendizaje será social; el profesional q no aprenda de su comunidad no evolucionará…
Porque en el S.XXI aprender es sinónimo de relacionar y conectar…

1.- La adaptación al cambio es una reliquia del pasado… el valor diferencial reside en la capacidad de provocarlos…
Porque la mejor forma de sobrevivir al cambio es provocarlo…

8.- Existen dos elementos claves para lograr el éxito en cualquier empresa: el primero son las personas…el segundo…también…
Porque el éxito es una cuestión de preposición… por, para, con y hacia las personas

15.- Si las personas hacen las empresas y estas generan valor; es sencillo, las personas son la mayor riqueza de cualquier organización…
Porque sencillamente sin personas no hay empresa ni transformación…

bubblesUn puñado de reflexiones y un puñado de porqués sobre los que ya son sin lugar a dudas y seguirán siendo tres ejes fundamentales en materia de gestión de personas…
Porque para terminar, pero también para empezar…sin liderazgo no hay transformación, porque sin transformación no hay innovación, porque liderar es innovar y transformar…

¡Feliz 2016!

Es tiempo de Navidad… It’s Christmas time!

christmas_lights_background_image_free_photo_great_311

Hoy es un día para sonreír a la vida… para contagiar alegría… para derrochar carcajadas…

Hoy es un día para contagiar ilusión y para dejarse ilusionar… para cerrar los ojos e imaginar sin mesura todo lo que está por llegar…

Hoy es tiempo de generosidad… de ofrecer sin esperar nada a cambio…

Hoy es un día para regalar abrazos, para estrechar manos, para besar… hoy es un día para amar…

Hoy no es tiempo de excluir sino de incluir… de integrar, de incorporar….

Hoy es un día para colaborar, para ayudar  y para sentir la fuerza que nos transmiten los demás…

Hoy es un día para sumar… que las restas ya vendrán…

Hoy es un día para las personas de verdad, porque todos somos auténticos, hoy es un día para dejar brillar la originalidad…

Hoy es un día para construir, para proyectar lo que será… el pasado, pasado está…

Hoy es un día para innovar, para experimentar, para porque no… provocar… 😉

Hoy es un día para soñar y para cambiar… uno mismo… y a los demás…

Hoy es un día especial… porque esta noche es Nochebuena… y mañana es Navidad…

 

Este blog y su autor os desean  la mejor Navidad que podáis imaginar en la mejor compañía posible esté donde esté!

Abrazos y Besos

Sin ética no hay compromiso…

candadosUna amplia mayoría de directivos se han instalado en la idea de que las personas son lo más importante en las organizaciones que gestionan. Casi ofende que sea así, porque de alguna manera da la sensación de que en el pasado puede que no lo fueran…

Últimamente recurrimos con cierta frivolidad a la idea de que la economía del conocimiento que nos envuelve justifica el retorno al humanismo; que el nuevo modelo económico será implacable con aquellas organizaciones que no ensalcen la figura de la persona, que, milagrosamente ha dejado de convertirse en un recurso; casi ofende de nuevo que hasta un pasado muy reciente las personas no fueran más que eso… recursos de usar y tirar… elementos productivos de una economía de otro tiempo…

Y mientras el tsunami que supone la economía del conocimiento coge fuerza y velocidad nos empeñamos en poner en marcha todos los engranajes posibles para que ahora, las personas, cobren protagonismo… y se conviertan así en el epicentro de las presentaciones corporativas en muchas organizaciones… porque ahora lo importante es generar compromiso para seguir a flote.

También parece que ha llegado la hora del destierro de términos como talento y liderazgo que durante tantos años fueron la piedra angular de la gestión de los recursos humanos en muchas organizaciones… porque ahora todo debe orbitar entorno a ese mantra llamado persona… y corremos el riesgo de olvidar que el liderazgo siempre será necesario para activar el talento que todos portamos. Por más que sean términos manoseados hasta la saciedad… me resisto a guardarlos en el baúl de los recuerdos. Quizás sea ese afán por llevar la contraria… pero hay conceptos que nunca pasan de moda…

Y mientras el tsunami sigue avanzando, líderes y directivos nos empeñamos en digerir la revolución digital y hablamos de cambio como eruditos en la materia, convirtíendonos en sabios del “change management”, capaces de transformar por arte de birlibirloque casi todo lo que se nos antoje. Nos viene bien creernos lo esencial que resulta el binomio digital-persona porque para alcanzar resultados en esta economía del conocimiento volátil, incierta, compleja y ambigua hay que abandonar el pensamiento analógico… y se impone la urgencia de la transformación (digital porsupuesto) para, de nuevo, potenciar el compromiso.

Asumimos que esta transformación se producirá a través de las personas y que los comportamientos digitales permitirán el eureka de la innovación… y con ella la chispa que encienda el desarrollo del nuevo producto  o servicio que nos saque del atolladero… y volver a liderar el ranking de la industria que corresponda.

Y mientras la ola sigue avanzando, unos (de los que no me excluyo) inventan y acuñan términos que marcaran las tendencias de la gestión de personas en un futuro inmediato; otros lapidan los que en otro tiempo fueron conceptos críticos y esenciales para la gestión eficaz de aquellos recursos que siempre fueron sobretodo humanos…

Y todos juntos dejamos que las tendencias reemplacen a las vetustas y obsoletas prácticas sin caer en la cuenta de que puede que haya un elemento tan sencillo como determinante e inmortal para conseguir que las empresas consigan en ocasiones misiones imposibles a través de sus personas…

Porque mientras la digitalización nos engulle, mientras aparecen las tendencias, mientras sepultamos las practicas asociadas a la economía industrial… no debemos ni podemos olvidarnos de la ética, de la necesidad de predicar con el ejemplo, de la imperiosa necesidad de trabajar con la verdad sin maquillar la realidad, de la virtud que supone la honestidad vivida en primera persona, de entender que conseguir el bien común está por encima de cualquier interés individual, de estar dispuesto a ofrecer antes que a pedir…

Las grandes proezas organizativas nunca tendrán lugar solamente por ser vanguardistas, ni mucho menos por jubilar anticipadamente los conceptos apolillados en el baúl de los recuerdos del management… sino más bien por actuar con una ética inquebrantable y férrea, a prueba de tendencias y destierros.  Porque no lo olvidemos nunca… sin ética no hay compromiso…

Credit picture

Pagina 10 de 39

Funciona con WordPress & Tema de Anders Norén