Sobre personas y organizaciones

La utopía del liderazgo distribuido

179410_tumblr_mbrm0jgth11qcxieko1_500Utopía, del griego “ou” (que significa NO) y “topos” (que significa LUGAR) se refiere (según la RAE) al plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación.

Y, ciertamente, pese a que cada vez más profesionales reivindican este estilo, hablar de liderazgo distribuido en la actualidad, significa hablar de una utopía… o lo que es lo mismo, referirse a algo que no existe, a un modelo optimista irrealizable cuando se piensa en él…

Hemos convertido en “trending topic” el concepto, porque resulta muy “cool” y es tendencia referirse al mismo y, lógicamente, no hacerlo supone ser un profesional desfasado y obsoleto.

Bien sea por la moda de turno,  bien sea  por una auténtica convicción acerca de las propiedades que un estilo de liderazgo de estas características entraña, cada vez son más los profesionales que lo han incorporado a su vocabulario cotidiano, aunque también, muy probablemente, sin pararse a pensar con detenimiento lo que realmente implica distribuir el liderazgo…

Para que el liderazgo se distribuya se requieren culturas organizativas genuinamente abiertas que permitan la fluidez del conocimiento a través de las interacciones de todos sus miembros entre sí mismos y con su comunidad…

Para que el liderazgo sea distribuido es preciso desarrollar modelos organizativos cuyas estructuras sean más flexibles y menos rígidas, donde la jerarquía se reduzca a la mínima expresión; la eficacia del liderazgo distribuido es directamente proporcional a la metamorfosis de una organización en forma de red…

Para que un profesional con responsabilidad sobre otros distribuya su liderazgo debe alcanzar un nivel de madurez que le permita entender que el bien de la organización está por encima de su propio ego y de su necesidad de auto-realización, comprendiendo que liderar de forma distribuida significa mandar menos y escuchar mucho más…

Para que un profesional lidere de forma distribuida, los profesionales de su entorno tienen que estar dispuestos a abandonar su papel de subordinados y a asumir la responsabilidad que implica movilizar a la organización… para que prospere el liderazgo distribuido es necesario no esperar a ser liderado…

Para distribuir el liderazgo es necesario evolucionar los vehículos de comunicación e interacción existentes incorporando las nuevas prestaciones que albergan la tecnología social y la web 2.0

Para hablar de liderazgo distribuido es imprescindible que todos los profesionales que forman la organización hagan de esta un ecosistema de cambio, porque sin liderazgo distribuido no hay cambio y sin cambio no ha lugar el liderazgo distribuido…

Se tarda poco más de un segundo en verbalizar estas dos palabras, pero si reflexionamos en detalle sobre las implicaciones reales que existen tras ellas, quizás tomemos consciencia de la ingente cantidad de tiempo y recursos que requieren implantar con coherencia un modelo genuino de liderazgo distribuido…

Modificar la cultura organizativa provocando su apertura al conocimiento, relajar las estructuras organizativas haciéndolas más flexibles y maleables, madurar como profesionales hasta el punto de poner el ego al servicio de la comunidad o de tomar voluntariamente el testigo de la responsabilidad, renovar los canales de comunicación para que la información fluya más ágilmente y que la organización como un todo acepte el cambio sin tensión como mecanismo de supervivencia al mercado… no parecen a priori acciones fáciles de implementar…

Es más que probable que la coyuntura de mercado que atraviesan muchas empresas requiera desarrollar un modelo de liderazgo distribuido para responder más ágilmente a un mercado impredecible y cambiante, pero, si no se toma consciencia de lo que realmente significa desarrollar este estilo y se trabaja en esa dirección, dentro de unos años muchas organizaciones se lamentarán de la oportunidad que tuvieron para que el liderazgo distribuido dejase de ser una utopía para convertirse en la realidad que les ayudo a sobrevivir en el mercado…

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utopia

La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.  ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.

Eduardo Galeano

Foto: Google

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2 comentarios

  1. Edita Olaizola

    Totalmente de acuerdo, el liderazgo compartido exige, entre otras cosas, que la cultura sea totalmente abierta y que las personas que componen la organización tengan madurez suficiente para ser proactivas y respetuosas.
    Un caso real en una pequeña organización de servicios: http://bit.ly/146aSCf

    • Andrés Ortega Martínez

      Gracias Edita, así lo entiendo yo, se está trivializando el concepto sin detenerse a pensar en sus implicaciones… el ejemplo que destacas en tu articulo es una muestra de que es posible pero sería interesante ver la génesis de esa comunidad y ver como se ha creado un ecosistema donde el liderazgo con todo lo que implica está realmente distribuido…
      Saludos y feliz año!

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